“Se ha movido el sentido común hacia la derecha”

“Hoy día ultraderechistas como el argentino Milei (Javier) son electoralmente viables con discursos extremos y fascistas. Mientras que las izquierdas para poder ganar deben correrse al centro. Este hecho es evidencia de que el discurso de los “dos extremos” es totalmente falso”.

Lo planteó en su cuenta de Twitter el politólogo dominicano Elvin Calcaño Ortiz y esta mañana en diálogo con Radio Altos se explayó en su análisis.

“Hay ciertos sectores mayormente de los llamados centristas y liberales que enuncian mucho la cuestión de los dos extremos, es decir, ellos equiparan lo que puede decir un señor como Milei con un discurso extremo que raya con expresiones fascistas tal como se decían en el siglo XX . Estos sectores dicen que es lo mismo un Milei, un Vox o un Trump que ese tipo de izquierdas, que son extremos opuestos, y eso es totalmente falso”, enfatizó.

Agregó que por una cuestión de época y por cómo se ha movido el sentido común de las sociedades hacia la derecha, los discursos extremos como los de Milei, de Vox en España y de Trump, son viables, mientras que las izquierdas para ser viables, para ser competitivas electoralmente, tienen que correrse al centro.

“Hablar de dos extremos lo que hace es blanquear a las derechas, las hace ganar elecciones como en Estados Unidos y en Brasil. El peligro hoy en día está en las ultraderechas. Es un fenómeno que se reproduce en muchos lugares”, aseveró y mencionó que no solo ocurre en América Latina sino en países como Italia donde hay un gobierno encabezado por Giorgia Meloni “. 

“Vemos un fenómeno mundial que tiene mucho que ver con un proceso de fascistización, una radicalización ideológica de muchos sectores de clases medias”, subrayó. Como ejemplo, mencionó lo que está ocurriendo en Perú con una represión en las protestas y con las clases medias urbanas que justifican ese accionar y criminalizan las manifestaciones en la medida que son de izquierda.

En la continuidad de su análisis vinculó al avance del capitalismo con los procesos de desindustrialización, de tercerización y con una precarización de las clases medias a las que solo les quedan “ciertos privilegios simbólicos”. “Eso hace que la gente se repliegue sobre eso y para proteger ese mundo simbólico, es muy reactiva y todo lo que represente alguna forma de igualación entre sectores populares empobrecidos y la clase media, lo rechazan”, precisó y lo ejemplificó con el voto en elecciones presidenciales de las sociedades latinoamericanas en los últimos años.

Calcaño Ortiz recalcó que la pandemia de coronavirus profundizó la desigualdad, la concentración y llevó a que sectores populares “caigan“ en la pobreza extrema y a que las clases medias sean pobres. Sin embargo, en carriles opuestos, las grandes rentas se enriquecieron”, agregó.

“Se profundizó el modelo neoliberal, un sistema enfocado en formación de riquezas pero desvinculado de cuestiones sociales; un capitalismo sin clases sociales y donde la riqueza no se distribuye”, criticó.

Por último, al ser consultado sobre el concepto de cultura del Estado que también ha utilizado en sus análisis, explicó que el Estado es un espacio entendido como un proceso y una relación social, donde se pueden dar avances estratégicos y donde sectores progresistas, alternativos, democráticos y populares, que luchan por la igualdad , pueden hacer avances estratégicos porque ese Estado para mantenerse necesita ir incorporando elementos de los sectores populares y alternativos”. 

“En esa dinámica se abren espacios que estratégicamente se pueden ocupar. Por ejemplo, se necesitan más jueces progresistas, hay un clarísimo sesgo conservador en la mayoría de los jueces de los sistemas jurídicos del mundo porque los sectores conservadores sí han entendido al Estado como un proceso. Han sabido colocar a sus jueces conservadores para que hagan una interpretación de la ley dentro de un registro conservador, han colocado a sus policías y a gente en puestos que se ganan a través de concursos. Los sectores que quieren cambiar la realidad tienen que ver al Estado como un espacio donde se puede avanzar”, consideró.

A continuación el análisis completo del politólogo Elvin Calcaño Ortiz en Frente a Cano: