Así quedó demostrado en un estudio realizado por el Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad de Rosario.
El Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario realizó un estudio científico sobre cómo impacta a la población de localidades cercanas a campos que son fumigados con agrotóxicos. Y los resultados son alarmantes.
El Dr. en Química Guillermo Hough fue uno de los científicos que colaboró con el trabajo y esta mañana en diálogo con Radio Altos contó cuáles son las consecuencias de vivir expuestos a esos productos.
Se analizaron ocho pueblos habitados por entre 3.000 y 6.000 personas y que están rodeados por campos que utilizan agrotóxicos.
“Cuando se aplican herbicidas, insecticidas o fungicidas en un campo, aproximadamente el 50% no cae en el campo sino que por el viento, el curso de agua, el polvillo y diversos fenómenos, deriva hacia campos vecinos o en este caso si está pegado a un pueblo, hacia la población”, aseveró.
Planteó que lo que no se medía hasta el momento era cuál es el efecto crónico en las personas que viven en esos “pueblos fumigados” y que están recibiendo pequeñas dosis de herbicidas, insecticidas y fungicidas “que van minando la salud”. Esas consecuencias, remarcó, son las que dejaron explicitadas en el informe.
Dijo que uno de los resultados de la investigación que más llamó su atención es el índice de incidencia, es decir, la probabilidad de que una persona reciba un diagnóstico de cáncer en el período de un año.
“Si vivís en un pueblo fumigado tenés un 37% más de probabilidad de recibir un diagnóstico de cáncer que si vivís en el resto del país. Son 300 casos de cáncer por año por cada 100 mil habitantes en “pueblos fumigados” y 220 en el resto del país”, precisó.
Hough sostuvo que es necesario “poner sobre la mesa” que este modelo de producción no se sostiene más tanto desde el punto de vista de la salud como del medioambiente. Y manifestó que se debe avanzar en un modelo agroecológico que está demostrado que es económicamente viable y sustentable.