En la capital Kiev, con temperaturas cercanas a los 0°C, más del 70% de los ciudadanos continuaba este jueves sin electricidad.
Ucrania informó este jueves que gran parte del país seguía sin electricidad ni agua 24 horas después de una serie de renovados ataques con misiles contra infraestructuras energéticas que atribuyó a Rusia.
Las autoridades informaron que las tres centrales nucleares bajo control de Kiev fueron conectadas de nuevo a la red y que se esperaba que pronto volvieran a abastecer a los hogares.
Se trata de las centrales de Jmelnitski y Rivne, en el oeste del país, y de Pivdennoukrainsk, en el sur, que fueron desconectadas por el sistema de protección automática tras ataques rusos que afectaron a muchas instalaciones eléctricas ucranianas.
“Si no hay nuevos ataques, podremos reducir significativamente la falta de electricidad en el sistema energético al final del día”, dijo el ministro de Energía, German Galushchenko, informó la agencia de noticias AFP.
En el conjunto del país, “la situación es en general difícil”, pero en algunas regiones “el suministro de electricidad ya ha aumentado”, agregó, señalando que “las infraestructuras críticas en todo el país” habían sido reconectadas.
Rusia admitió este jueves haber atacado el miércoles infraestructura energética ucraniana aunque negó que esos ataques hayan sido en Kiev y sus alrededores, como dijo Ucrania.
“No se llevaron a cabo ataques contra Kiev. Todos los daños en la ciudad señalados por el régimen de Kiev son consecuencia de la caída de misiles de defensa aérea extranjeros y ucranianos, instalados en zonas residenciales de la capital ucraniana”, declaró el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
También indicó que el Ejército ruso había llevado a cabo este miércoles “ataques masivos” contra “el sistema de mando militar ucraniano y las infraestructuras energéticas relacionadas”.
“El objetivo de los ataques se logró, todos los objetivos indicados fueron alcanzados”, afirmó, asegurando que los bombardeos habían dañado “el movimiento por ferrocarril de los suministros del Ejército ucraniano, las armas extranjeras, el equipo militar y la munición”.
Según el Ministerio de Energía, los ataques dejaron sin electricidad a “la gran mayoría de los consumidores” del país, que tenía una población de unos 40 millones de habitantes antes de que comenzara la invasión rusa el 24 de febrero.
Según la Fuerza Aérea ucraniana, Rusia disparó el miércoles unos 70 misiles de crucero contra Ucrania, de los cuales 51 fueron derribados.
Los ataques se dirigieron a infraestructuras energéticas clave que ya estaban dañadas por varias olas de bombardeos de este tipo.
Tras algunos reveses militares que obligaron a Rusia a replegarse en el noreste y el sur de Ucrania, Moscú optó a mediados de octubre por ataques regulares y masivos contra las instalaciones energéticas, a poco del inicio del crudo invierno ucraniano.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció este miércoles en una intervención por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU un “crimen contra la humanidad”.
“Con temperaturas bajo cero, varios millones de personas sin suministro de energía, sin calefacción y sin agua, esto es obviamente un crimen contra la humanidad”, dijo Zelenski durante una reunión de emergencia que él mismo había convocado.
Rusia afirma tener como objetivo instalaciones directa o indirectamente vinculadas al Ejército ucraniano y considera que solo las autoridades de Kiev son responsables del sufrimiento de la población por resistirse a las fuerzas rusas.
En Kiev, la capital, que actualmente registra temperaturas cercanas a los 0°C, cerca del 70% de la población seguía sin electricidad este jueves a la mañana.
El alcalde Vitali Klitschko dijo que “las compañías energéticas están haciendo todo lo posible para restablecer la electricidad lo antes posible”.
El resto del país también se vio muy afectado por los recortes.
En Jarkov, la segunda ciudad del país, en la frontera con Rusia, los “problemas de suministro eléctrico” siguen afectando a la población civil, según el gobernador Oleg Sinegubov.
En la provincia central de Poltava ocurre lo mismo. Pero “en las próximas horas suministraremos energía a las infraestructuras críticas y luego a la mayoría de los hogares”, prometió el gobernador Dmytro Lunin.
Más al sur, en la provincia de Dnipropetrovsk, la “situación sigue siendo complicada”, según el gobernador Dmytro Reznichenko.
Las reparaciones de la red también están en marcha en las provincias de Rivne, Cherkasy, Kirovograd y Zhitomir.
Otra consecuencia directa de los ataques rusos es que la vecina nación de Moldavia, que ya sufría grandes problemas energéticos por la guerra en Ucrania, también fue víctima este miércoles de cortes masivos de electricidad.
Fuente: Télam