El pedido lo hicieron los senadores por Tierra del Fuego y Santa Cruz Pablo Daniel Blanco y María Belén Tapia.
En las últimas horas se conoció un pedido de acceso a la información que movilizaron dos senadores de Juntos Por el Cambio (JxC) en el que solicitaron al gobierno de Alberto Fernández detalles sobre la navegación sin autorización de un sofisticado barco inglés de exploración antártica que surcó el Mar Argentino hasta Chile y llevaba la bandera ilegal de las Islas Falkland (Malvinas).
Los senadores nacionales por Tierra del Fuego y Santa Cruz Pablo Daniel Blanco y María Belén Tapia, correspondientemente, realizaron un pedido de informe dirigido al canciller, Santiago Cafiero, y al ministro de Defensa, Jorge Taiana, acerca del recién estrenado buque RRS Sir David Attenborough, que fue detectado en plena navegación ilegal entre el 21 y el 26 de enero por la zona correspondiente al suelo marítimo argentino, según informó la Prefectura Naval Argentina (PNA).
El navío se estrenó el mes pasado y realizó sus primeros trabajos en el área antártica en las campañas de la British Antartic Survey (BAS). Sin embargo, en las últimas semanas se conoció que el dominio de la embarcación está registrado en Puerto Stanley (Puerto Argentino), lo que sería algo inédito hasta el momento.
Los documentos que presentaron los congresistas, sostienen que el gobierno nacional permitió el paso del buque pese a su férrea postura con respecto a las Islas del Sur. En ese sentido, según el decreto 256/2010 que firmó Cristina Kirchner, “cualquier embarcación o artefacto naval que transite entre los puertos del continente argentino y de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur; o atraviese las aguas jurisdiccionales con estos destinos; deberá solicitar una autorización previa”.
El trazado del recorrido que realizó PNA junto a la Armada Argentina cuando detectaron el navío, estableció que el RRS Sir David Attenborough partió desde Puerto Argentino hacia la Antártida, atravesó el estrecho de Magallanes y arribó a Punta Arenas en Chile para reabastecerse de combustible en un periodo de cinco días entre el 21 y el 26 de enero. Y volvió a su lugar de origen el 8 de febrero.
Pese a la insistencia de los pedidos de informe para conocer si los ministerios de Relaciones Internacionales y Defensa tenían conocimiento previo del pasaje del barco británico, la Argentina no podía evitar el rumbo de la embarcación ya que se comprende en lo que se conoce como “paso inocente”, según lo define la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), que implica toda navegación que “no afecte a la paz, la seguridad y el orden del Estado ribereño”, no puede ser obstaculizada.
Los puntos que solicitaron conocer Blanco y Tapia
Fuente: diario La Nación