Marruecos, que contó con mayoría de apoyo en las tribunas, eliminó a España por penales, dio el batacazo y avanzó a los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. Ahora espera por el ganador del cruce entre Portugal y Suiza.
El combinado africano aguantó el cero en el Estadio Education City y tuvo en Bono a su gran figura. El arquero tapó dos penales (el otro pegó en el palo) para que su equipo consiga la mejor participación en la historia de una Copa del Mundo. Dirigió el argentino Fernando Rapallini.
Marruecos y España protagonizaron un entretenido primer tiempo: los de Luis Enrique asumieron la responsabilidad y dominaron la pelota, mientras que los dirigidos por Walid Regragui estuvieron bien plantados atrás con las líneas muy juntas, priorizando cerrar espacios por dentro.
Generó más peligro el combinado africano con un tiro libre de Achraf Hakimi, un potente remate desde larga distancia de Noussair Mazraoui que Unai Simón contuvo en dos tiempos y un cabezazo alto de Naif Aguerd antes de los vestuarios.
La Furia Roja, en tanto, respondió con un remate de Marco Asensio a la cara externa de la red y un travesaño de Gavi que quedó invalidado por un offside previo de Ferrán Torres, quien había tirado el pase atrás, tras una mala salida de Bono.
No tardó Luis Enrique en mover el equipo buscando un nuevo escenario cuando en la reanudación se mantenía el guion. La oportunidad a Marco Asensio se acababa con la pisada en una falta lateral que disparaba Dani Olmo y Bono sacaba con los puños puños. Parecía mentira pero era el primer disparo a puerta en 54 minutos de dominio. Intentó ser el referente Marco que necesitaba España, pero jugar de 9 le pasó factura cuando se recurrió al único puro en Qatar, Morata.
Nada alteraría el plan de Walid Regragui. Parecía imposible pero la opción de ser más defensivo podía acrecentarse retrasando aún más metros, con En Nesyri hasta defendiendo en banda. La valentía solo existió en la pugna por cada balón. Era el momento de buscar el desborde y Luis Enrique arengó a Nico Williams para ejercer su papel de revulsivo. El plan b ya estaba en escena.
El duelo entraba en el momento decisivo con el dominio apabullante español ante el cansancio marroquí. Las piernas pesaban. Olmo remataba a la luna, Nico iniciaba desbordes, Llorente llegaba a línea de fondo, Morata disparaba cruzado y no encontraba puerta de cabeza. España hacía merecimientos pero no demostraba con gol su superioridad y Bono evitaba el triunfo sobre el final con una estirada a la falta lateral de Olmo que nadie tocaba y se envenenaba.
Sin capacidad para trasladar al marcador la superioridad del campo, la prórroga era un capítulo más de las eliminatorias de la España de Luis Enrique. No venció ninguna en 90 minutos. Airosa ante Croacia en la prórroga, Suiza en los penales que dieron la espalda ante Italia en semifinales de la Eurocopa. De nuevo el corazón en un puño en el primer duelo al todo o nada en el Mundial.
Salvada España por Unai Simón con una parada con los pies decisiva a los 104 minutos cuando Cheddira superó a Rodri y chutó raso. Luis Enrique buscó la frescura de la juventud con Balde y Ansu, un riesgo si llegaban los penales. Marruecos los firmaba y España era incapaz de generar peligro. Jugando con un 9 y sin centros que rematar. Sin responder con autoridad al favoritismo. Acabando el partido con las manos en la cabeza por el derechazo al poste de Sarabia tras aparecer en el segundo palo al centro de Rodri.
La moneda al aire y salió cruz. El disparo al poste de Sarabia que había entrado para tener un experto. El golpeo blando del más fiable, Carlos Soler. El error del capitán Busquets, el día que igualaba el récord de partidos de leyendas como Casillas y Ramos. En el cierre más doloroso con el golpeo blando a lo Panenka de Hakimi. El más que posible adiós de Luis Enrique mascando la impotencia de una eliminación difícil de digerir.
Fuente: TyC