El Hospital Soroka en Beersheba, Israel, fue bombardeado este jueves, en el séptimo día de tensión en Medio Oriente. La ofensiva ocurrió mientras Israel atacaba el reactor de agua pesada de Arak, en Irán, según informó la televisión estatal iraní.
Un vocero del Centro Médico Soroka en Beersheba informó además que el hospital sufrió “daños extensos” en distintas áreas, pero no dejó heridos graves.
“El misil disparado hacia el Centro Médico Soroka es un acto de terrorismo que cruza una línea roja”, afirmó el ministro de Salud israelí, Uriel Buso.
“Es un crimen de guerra por parte del régimen iraní, que deliberadamente apunta a civiles inocentes y a equipos médicos dedicados a salvar vidas”, agregó el funcionario en diálogo con medios locales. Luego completó: “El Ministerio de Salud estaba informado (del atentado) de antemano. Gracias a las acciones inmediatas que tomamos, se evitó una gran catástrofe”.
“Insto al público a que continúe siguiendo las instrucciones del Comando del Frente Interno. Eso salva vidas.”
En tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel comunicaron que, en el último ataque de Irán, “se identificaron varios impactos como resultado de la ráfaga de misiles” y ratificaron que “uno de ellos impactó en el hospital más grande del sur de Israel”.
Por otra parte, durante la madrugada del jueves, 40 aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí atacaron decenas de objetivos militares en Teherán y otras zonas de Irán, utilizando más de 100 municiones, informaron desde las FDI. Entre los objetivos alcanzados estuvo la estructura que sella el reactor, un componente clave en la producción de plutonio, según se indicó en un reporte difundido en redes sociales.
“El ataque se dirigió específicamente al componente destinado a producir plutonio, inutilizándolo y evitando que pueda ser reutilizado con fines militares”, completaron.
Asimismo, la Fuerza Aérea atacó un sitio en la zona de Natanz utilizado para el desarrollo de armas nucleares. En ese lugar se albergan componentes y equipos únicos para impulsar el programa nuclear iraní, y se desarrollan proyectos que permiten acelerar su capacidad armamentística.
También fueron alcanzadas instalaciones militares de producción del régimen iraní, entre ellas fábricas de materias primas, componentes para ensamblar misiles balísticos y sitios de fabricación de sistemas de defensa aérea y misiles iraníes.
Además, fueron destruidas desde el aire baterías antiaéreas, depósitos de misiles, radares y sistemas de detección del régimen iraní.
Fuente: diario Clarín