“Hay que frenar esta matriz de violencia y de odio”

Federico Susbielles admitió que no le sorprendió el intento de magnicidio del que fue víctima la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y argumentó su posición por la espiral de violencia presente en Argentina que se retroalimenta de forma permanente. “Esa imagen viralizada del arma apuntando a la cabeza de Cristina, esa foto, tiene un impacto muy grande”, manifestó en primer término.

Planteó que se viven situaciones que se van radicalizando y que llegaron anoche a un intento de asesinato de la vicepresidenta. Lo ocurrido en Recoleta, recalcó, debe llevar a la reflexión y a salir rápidamente de ese lugar. “El lugar por el que vamos, por la forma en que nos relacionamos, por la forma en que debatimos y por los niveles de violencia imperante, no hay nada bueno que le pueda pasar a la Argentina”, alertó.

Agregó durante su análisis que si se construye a través del odio, de la división, de separar intencionalmente el pensamiento de un sector con otro sector, de una Argentina con otra Argentina, se podrá acumular poder pero no se podrá gobernar porque esa divisiones nunca generarán un ámbito de diálogo, consenso y acuerdo para la unidad y el desarrollo nacional.

“Y por otro lado tenemos latente la posibilidad de que esta violencia, que nos tocó vivir en otro momento de la Argentina, vuelva a ocurrir, vuelva a normalizarse y me parece que ese sería un punto ya absoluto de no retorno. Esta imagen gráfica tan potente, tan lamentable y tan dura (el arma apuntando a Cristina Fernández) nos tiene que hacer reflexionar e intentar salir de ese mecanismo”, insistió.

El presidente del Consorcio de Gestión del Puerto y referente local del Frente de Todos, enfatizó que todos “tenemos parte de responsabilidad”, por un lado, la dirigencia que se expresa de esa manera, quienes validan y construyen a través el odio, quienes comunican, y quienes diseñan esas campañas de odio. “Todos tenemos que comprometernos para una mejor convivencia y para tratar de recuperar la cordura, el respeto y el debate para una Argentina mejor, con estatura política”, reclamó.

No dudó en asegurar que hay grupos de personas y empresas que trabajan para esas campañas de odio y violencia “Buscan a quién es más efectista, quién lo dice de una manera más brutal, quién genera una alta adhesión entre los propios y un rechazo mayor entre quien no está en nuestro espacio”, advirtió.

Particular mención hizo a la falta de debates y a que las y los candidatos tienen cada vez menor volumen, participan de “campañas muy lindas” pero no tienen volumen y eso impacta en que falta planificación, en la falta de mirada a largo plazo, en contar con una agenda concreta y en no debatir esa agenda. “Hablamos de diálogo, pero no lo ejercemos. ¿El diálogo es imponer una agenda sobre otra, un pliego de condiciones o tiene que ver con administrar los disensos para construir los consensos?”, se preguntó y apuntó contra aquellas frases generales replicadas por algunas y algunos dirigentes como “ellos o nosotros”, “vienen por todo” o “son todos chorros”.

Pidió reflexionar y que el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner sea un “despertador”, aunque subrayó que tiene bajas expectativas de que realmente lo sea. De todos modos, aseguró que se comprometerá con más fuerza que nunca con la idea de dejar atrás la espiral de odio y violencia.

“Somos muchos quienes pensamos que esto tiene que ser un punto final para esta espiral y para esta matriz de violencia y de odio. Que podamos volver a retomar un camino distinto que nos haga tener una esperanza de que nosotros les vamos a poder dejar a nuestros hijos un país o una convivencia mejor”, expresó. 

Y continuó: “Vamos mal y con este nivel de odio, de intolerancia y de violencia no vamos a poder dejarles un país mejor a las generaciones que vienen. Necesitamos un cambio rápido, volver a recuperar el debate, el diálogo y la discusión de ideas”.

Por último, manifestó que la crisis es muy profunda, que llevará tiempo y esfuerzo lograr un cambio, pero recalcó que es el camino que todas y todos tenemos que empezar a transitar con compromiso. “Hay que dejar las declaraciones de rigor, el Twitter y las redes sociales y hay que  comprometerse con un diálogo profundo. Y si hay un sector que no lo hace, tenemos que trabajar sin descanso para construir una mayoría  entre los que pensamos que tenemos que relacionarnos de esa manera, en todos los ámbitos y espacios políticos. Hablo de construir un camino de racionalidad, de debate y de búsqueda del bien común”, finalizó.