Etiquetado frontal: empieza a aplicarse la ley de manera gradual

Ignacio Porras, licenciado en Nutrición, chef y director ejecutivo de la Fundación SANAR se refirió esta mañana en diálogo con Radio Altos a la implementación de la ley de etiquetado frontal aprobada el año pasado por el Congreso. 

La norma tiene entre sus objetivos advertir a las y los consumidores sobre los excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

“El 20 de agosto comenzaremos a ver la aparicion de sellos negros en góndolas, pero será muy de a poco. Hay una transición que debemos asumir”, remarcó y agregó que en esta primera etapa aparecerán productos con sellos negros en góndolas de grandes empresas.

“Habrá productos con sellos y otros sin sellos; eso se debe a esta etapa de transición. De a poco irán apareciendo los sellos”, insistió.

Precisó que esos sellos que advertirán sobre excesos de azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías estarán en productos procesados y ultraprocesados que hayan sido envasados en ausencia del cliente.

Por ejemplo, cadenas de comidas rápidas, rotiserías o restaurantes no están alcanzados por la norma, salvo que vendan productos que están empaquetados y en ese caso sí tendrán que tener los correspondientes sellos.

“Lo que no se etiqueta es lo elaborado que se vende en el día, por ejemplo una panadería”, aclaró.

Porras aseveró que los productos empaquetados tienen una fuerte presencia en nuestras dietas y, como ejemplo, mencionó que el consumo de ultraprocesados aumentó en los últimos 3 años un 9%. Se pasó de un consumo de 185 kilos por habitante por año, a superar en la actualidad los 190 kilos. Por eso, enfatizó, es importante contar con algún tipo de advertencia sobre los riesgos que genera consumir esos productos ultraprocesados.

Respecto a quién controlará que se cumpla con la ley de Etiquetado Frontal, subrayó que la fiscalización está a cargo del Ministerio de Salud de Nación a través del Instituto Nacional de Alimentos que depende de ANMAT. 

“Es una ley de y para todos que cuida los sistemas y entornos alimentarios y nos previene de lo que nos está matando hoy en día que son las enfermedades crónicas”, remarcó sobre la importancia de la normativa.

Por último, admitió que son muchos los factores que entran en juego a la hora de que las personas se vuelquen a consumir productos procesados y ultraprocesados, en lugar de productos frescos. Primero, señaló que la industria de los ultraprocesados adquiere fuerza a través de la publicidad y del sentido de pertenencia. Además, mencionó la cuestión económica y ejemplificó que la lista de Precios Cuidados incorpora gran cantidad de ultraprocesados.

“Hay que trabajar y seguir trabajando en otras políticas públicas que nos acerquen económicamente, que nos hagan más accesible los alimentos que sí necesitamos comer, y que estos productos que van a tener sello sean más difícil de consumir”, reclamó.