Fue el 18 de julio, el mismo día en el que se encontró allí con dos examigos para cobrarles una deuda y horas antes de que abordara un vuelo a Barcelona
Los investigadores determinaron que el teléfono celular del empresario Fernando Pérez Algaba, quien fue hallado descuartizado dentro de una valija arrojada a un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, se activó por última vez en el partido de General Rodríguez el 18 de julio último, el mismo día en el que se encontró allí con dos examigos para cobrarles una deuda y horas antes de que abordara un vuelo a Barcelona, España, informaron este martes fuentes judiciales.
“Lo último que tenemos es que se juntó con ellos y que el teléfono celular registra su último movimiento ahí”, detalló a Télam un vocero judicial con acceso a la causa, al referirse al campo de General Rodríguez inspeccionado este lunes por los investigadores.
En ese campo Pérez Algaba (41), apodado “Lechuga”, mantuvo un encuentro el 18 de julio pasado con su examigo Nahuel Vargas y con Maximiliano Pilepich, un hombre vinculado al rubro de la construcción que le había prestado la camioneta Range Rover Evoque blanca, modelo 2012, que el empresario empleó para movilizarse los días previos a su asesinato.
Fue precisamente Pilepich quien el pasado viernes, casi una semana después del hallazgo de los restos de la víctima, entregó el rodado a la policía de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Lomas de Zamora.
Esos dos hombres, al declarar días atrás como testigos en la causa por el homicidio que lleva adelante el fiscal 5 de Lomas de Zamora, Marcelo Domínguez, admitieron haberse encontrado con Pérez Algaba para terminar de saldar una deuda de $150 mil pesos que habían contraído con él.
Según sus dichos, revelados por los pesquisas a Télam, “Lechuga” y Vargas fueron a bordo de esa camioneta hasta General Rodríguez, donde se encontraron con Pilepich.
Allí, Pérez Algaba habría recibido $75 mil pesos de esa deuda -los otros $75 mil ya se los habían pagado en una escribanía de Castelar- y, tras ello, le devolvió la camioneta a Pilepich, que se retiró con Vargas del lugar.
Los dos hombres -quienes en febrero pasado habían denunciado tras un altercado a “Lechuga” por amenazas– aseguraron que el empresario les dijo que se quedaría esperando que alguien lo pasara a buscar, por lo cual se retiraron en la Range Rover.
Ese fue la última vez que Pérez Algaba fue visto con vida y que su teléfono celular se activó, añadieron los voceros, quienes no obstante aclararon que aún resta llevar adelante diversas diligencias y que no cuentan con evidencia suficiente que permita concretar nuevas detenciones en la causa, más allá de la de la mujer trans apresada por ser la dueña de la valija en la que fue hallado el cuerpo descuartizado del empresario.
En las últimas horas se sumó a la causa el testimonio de un amigo de Pérez Algaba, quien relató a los pesquisas que el empresario estaba acorralado por deudas y que el 19 de julio, un día después del encuentro de General Rodríguez, planeaba abordar un vuelo rumbo a Barcelona, España, dijeron las fuentes a Télam.