Di María entrenó con normalidad junto al resto del plantel

De pronto, desde atrás de uno de los arcos de la cancha en donde la Selección argentina se entrena aquí, en la Universidad de Qatar, aparecer Ángel Di María. Y tiene los botines puestos, algo que no sucedía desde la semana pasada. Eso ya es una buena noticia. De todos modos, si bien Fideo comenzó la práctica a la par del resto, luego hizo trabajos de campo de modo diferenciado. ¿Llegará al viernes?

Quien sigue guardado entre el gimnasio y kinesiología es Alejandro Gómez, con un esguince de tobillo izquierdo. El Papu está más complicado puesto que ya van dos días sin estar en igualdad de condiciones con sus compañeros y sus chances de estar en el próximo mano a mano bajan cada vez más.

La gran duda pasa por Fideo, hombre clave que hasta este parate obligado venía siendo de lo más regular del equipo. Di María quiere hacer todo lo posible para llegar bien al viernes. Y todo indica que, de no mediar contratiempos, eso sucederá. Lo que no se sabe todavía es si podrá hacerlo desde el inicio o desde el banco.

Pero eso no fue toda la novedad de la práctica albiceleste, la segunda de cara al partido con Países Bajos. Cuando el atardecer entregaba un cielo rojizo intenso en el horizonte en un clima muy agradable con la temperatura justa (menos de 25 grados y la humedad que dio un respiro), el entrenador repartía unas pecheras amarillas, mientras Lionel Messi y compañía cumplían con las labores comandadas por el preparador físico Luis Martín.

Fueron 10 futbolistas los elegidos, sin el arquero, Emiliano Martínez, que se movía en otro sector del campo junto a Franco Armani y Gerónimo Rulli. Gonzalo Montiel, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Alexis Mac Allister; Angel Correa, Messi y Julián Alvarez, fueron los portadores de esas pecheras.

¿Será el equipo para enfrentar al elenco de Louis Van Gaal? No es una confirmación de nada. Se trata de la primera prueba sabiendo que le quedan dos ensayos más (miércoles y jueves). Sin embargo, no deja de ser un adelanto de algunas cuestiones a tener en cuenta, como por ejemplo que se prioriza sostener el esquema 4-3-3 y, al menos por lo que se dejó ver en estos 15 minutos abiertos a la prensa, no virar hacia el dibujo de cinco defensores que viene resultando en los segundos tiempos.

Si se toma esta formación, serían cuatro los cambios con respecto al triunfo contra los oceánicos. Cambiaría a los dos laterales, al cinco y al lesionado Gómez.

Un rato después, cuando la práctica ya era cerrada, Scaloni sacó a Correa y puso a Enzo Fernández para armar dos líneas de cuatro donde el ex River formó un doble cinco con Leandro Paredes.

El recambio de los marcadores de punta no extraña. Es habitual la rotación entre Nahuel Molina y Montiel por la derecha y entre Marcos Acuña y Tagliafico por la izquierda. Lo particular sería variarlos a los dos juntos. Montiel y Tagliafico tienen cualidades más de marca que los otros dos.

Tampoco sería raro que le devuelva la titularidad a Paredes, un símbolo de este ciclo de Scaloni y de los que más presencias tiene. En contrapartida, sí resultaría llamativa la salida de Enzo Fernández, uno de los máximos rendimientos en los últimos dos encuentros decisivos.

La presencia de Correa sería algo totalmente nuevo. El ex San Lorenzo es de los que no sumaron minutos en este Mundial por el momento, junto con Juan Foyth y Paulo Dybala. Está claro que el técnico esperará la evolución de Di María y, mientras tanto, prueba reemplazantes teniendo en cuenta que Papu Gómez difícilmente pueda estar.

La tarde se funde con la noche en Doha. La Selección, siempre entre risas y bromas, culmina su segunda jornada en la semana que desembocará en otro choque a todo o nada. El plan para seguir soñando está en marcha.

Fuente: diario Clarín