Lo advirtió María Angélica Di Giácomo, integrante de la organización "Basta de Mutilar Nuestros Árboles".
En cuatro días se prendió fuego dos veces la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires y esa situación volvió a poner en discusión la necesidad de avanzar en el Congreso con la sanción de la Ley de Humedales.
María Angélica Di Giácomo, licenciada en Química e integrante de la organización “Basta de Mutilar Nuestros Árboles”, aseveró esta mañana en diálogo con Radio Altos que en Argentina hay una falta de conciencia sobre las funciones ambientales, sociales y para la salud pública de los humedales.
“El último humedal que tenemos sin destrozos es el de Costanera Sur, al lado de la Reserva Ecológica donde se iba a construir la ciudad deportiva de La Boca. Tenemos el último pedazo del humedal que se destruirá si se lleva adelante el proyecto de la “Mini Dubai de la Costanera”, alertó.
Recordó que en la década del 70 Alberto J. Armando, por entonces presidente del Club Atlético Boca Juniors, impulsó la construcción de la ciudad deportiva; luego la empresa IRSA adquirió los terrenos donde ahora planea edificar un complejo de torres. “Quieren convencernos de que dejarán espacio verde público, pero eso terminará siendo el jardín o el parque de las torres. Con este proceso se destruiría también un humedal que forma parte de la zona de amortiguación de la Reserva Ecológica”, advirtió.
Según planteó, al desconocerse las funciones ambientales de los humedales, éstos no se cuidan y se destruyen en pos del extractivismo urbano e inmobiliario “que es simplemente usar los bienes comunes para beneficio de unos pocos”.
“A los humedales hay que preservarlos y si se utilizan que sea en beneficio de la salud ambiental”, reclamó.
En cuanto a las trabas que en los últimos años han encontrado los distintos proyectos que se presentaron para que Argentina cuente con una Ley de Humedales, Di Giácomo enfatizó que ocurre porque los beneficios económicos que son para unos pocos son apoyados o defendidos por quienes deberían representar la defensa del bien común en el Congreso de la Nación, en las legislaturas provinciales y en los concejos deliberantes.
Por último, sobre la importancia de los humedales, enumeró algunas de sus funciones: acumular agua y drenar evitando así las inundaciones, fijar el dióxido de carbono y filtrar el agua que luego forma parte de los acuíferos que son las fuentes de agua potable.