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Locales - 16/06/23
Locales - 16 de junio 2023, 10:57

Historia

A 68 años del bombardeo a Plaza de Mayo

La tragedia dejó un saldo de 308 muertos. Se estima que hubo muchos más. El recuerdo "vivo" del Dr. Amílcar Sosa, médico bahiense, estudiante de primer año por entonces.

Este viernes 16 de junio se conmemoran 68 años de los bombardeos a Plaza de Mayo, un episodio oscuro en la historia argentina que dejó un saldo trágico de 308 muertos, según revela la investigación realizada en 2010 por el Archivo de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Además, se estima que un número indeterminado de víctimas no pudo ser identificado debido a las mutilaciones y carbonización causadas por las explosiones.

El informe del Archivo de la Memoria destaca que entre las personas fallecidas se encontraban 111 activistas sindicales de la CGT, incluyendo 23 mujeres, así como también 6 niños y niñas, siendo el menor de ellos un niño de tan solo 3 años.

La tragedia afectó principalmente a ciudadanos argentinos, pero también se identificaron víctimas de nacionalidades italiana, española, alemana, boliviana, chilena, estadounidense, paraguaya, rusa y yugoslava.

El suceso no solo dejó una profunda marca en la sociedad argentina, sino que también reveló vínculos entre los perpetradores de este atentado y la vida política del país, muchos de ellos involucrados en la última dictadura militar.

Entre los pilotos que huyeron a Uruguay se encontraba Máximo Rivero Kelly, posteriormente acusado de delitos de lesa humanidad; Horacio Estrada, jefe de un grupo de tareas de la ESMA; Eduardo Invierno, jefe del servicio de Inteligencia Naval durante la dictadura; Carlos Fraguio, responsable de la dirección general naval en 1976; Carlos Carpintero y Carlos Corti, secretario y sucesor de prensa de la Armada, respectivamente, y Alex Richmond, agregado naval en Asunción.

También estaban involucrados en la conspiración los capitanes de fragata Emilio Massera, Horacio Mayorga y Oscar Montes, quienes luego desempeñaron roles destacados en la dictadura militar.

Amilcar Sosa, reconocido médico endocrinólogo de nuestra ciudad, fue testigo de aquel día. En frente a Cano, recordó esta mañana algunos momentos de aquella jornada de su época de estudiante, recién llegado a la Capital para emprender la carrera de medicina, entre otros, junto al Dr. Felipe Glasman, asesinado en agosto de 2002 como es de público conocimiento.

“Tenía 18 años. Vivíamos en Tucumán al 2000 en una pensión, y desde allí podíamos ver los aviones y las balas, las ametralladoras que disparaban con balas luminosas. Fue una etapa muy difícil. Yo estaba en primer año de universidad, éramos cinco mil estudiantes en el ingreso. Éramos comisiones de 50 alumnos y nos íbamos cambiando de mesa a mesa hasta que aprendíamos el órgano que estudiábamos. Y no había demasiados elementos por entonces para estudiar”

Fue por aquel ataque de las Fuerzas Armadas a la población civil que”después de este bombardeo, la facultad se llenó de material humano porque fue irreconocible la cantidad de gente que cayó y murió. Fue difícil”.

En tanto, contó acerca de los momentos posteriores: “Un tío mío me invitó a almorzar a un hotel en la Avenida de Mayo al 900. Fui en el subte hasta la estación Florida y había un gran desconcierto en la población, la gente no sabía hacia dónde caminar, la policía estaba suelta, armada, sin saber qué hacer. Como pude, llegué al hotel. Desde los balcones del hotel, mi tío veía pasar los camiones cargados de gente muerta. Una vez que uno ve eso, después duele mucho más ver a una persona herida, lastimada o sufriendo. Lo máximo que duró todo fue unas dos horas, desde media mañana hasta las 11 o 11:30 de la mañana. La calle era un infierno de gente asustada. Jamás podré olvidar aquellos sucesos”, agregó.

El Dr. Sosa, aún hoy a los 86 años, recibido en el ´60, sigue ejerciendo la profesión.

Amilcar Sosa – frente a Cano
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