Crespín seguirá encadenada a su puesto: “No me quiero quedar sin trabajo”
Le exige al intendente Héctor Gay que dé a conocer qué harán con el Mercado Municipal.
Gladys Crespín, propietaria de una de las pescaderías del Mercado Municipal, pasó la noche en su puesto tal como había adelantado para protestar contra el gobierno municipal que le exige que desaloje el local.
“El intendente piensa que es el dueño de Bahía Blanca. Vino acá con mentiras; primero dijeron que el mercado explotaba en cinco minutos y que se derrumbaba, después que nos sacaban para arreglar el mercado y que íbamos a volver, y ahora dicen que traerán gente de la zona para trabajar en el mercado. Que digan la verdad, ¿qué van a hacer con el Mercado Municipal?”, reclamó la comerciante en esta mañana en diálogo con Radio Altos.
Vale recordar que en enero, el director de Articulación Público Privada del Municipio, Germán Baratelli, había adelantado en Frente a Cano que la intención era recuperar el emblemático edificio de Donado 151, embellecerlo y generar un mercado regional con medidas de seguridad y de salubridad y con reglas claras.
La dueña de la pescadería ratificó que continuará con la medida, encadenada a su puesto, mientras aguarda respuestas del Ejecutivo y no dudó en aseverar que la gestión de Gay echó a 21 familias a la calle: “Más de la mitad somos gente grande, nos ganamos trabajando el pan de cada día. No me quiero quedar sin trabajo”.
Gladys, quien ayer cumplió 66 años, cada semana junto a su marido de 80 años viaja a San Antonio Oeste o a Mar del Plata a buscar la mercadería para ofrecer cada día en su local. Hoy, de hecho, contó que tenía que viajar, pero desistió para poder mantener la protesta.
“De acá no me voy, es mi manera de protestar pacíficamente. A mi me da vergüenza hacer esto, me crié con trabajo”, admitió entre lágrimas.
Y agregó en medio de la desazón: “Soy una mujer de trabajo, desde los 14 años trabajo, y que a esta edad tenga que hacer esto por cuatro sinvergüenzas, no puede ser. Me hartaron”.
Desde la comuna, le ofrecieron un subsidio de $800.000, pero Crespín lo rechazó porque entiende que no le permitirá abrir su puesto en otro local.
“Exijo el trabajo que me corresponde y saber qué van a hacer con el Mercado Municipal. Ellos vendieron el mercado”, advirtió, por último.
