El economista opinó que el gobierno ”juega con fuego” si avanza con las reformas y al mismo tiempo libera a la macroeconomía.
Tras dos jornadas de volatilidad cambiaria, el economista Francisco Cantamutto no dudó en aseverar que la idea que sigue sosteniendo el gobierno de Javier Milei de que existe “el riesgo kuka”, es todo “sanata”.
“Finalmente tenemos una prueba empírica indeclinable (tras lo ocurrido el lunes y ayer) porque el gobierno ganó las elecciones el domingo de manera irrefutable, por una distancia que no se esperaban ni ellos mismos, y aún así, a los dos días de esa victoria, otra vez el dólar está aumentando”, planteó el diálogo con Radio Altos.
En ese sentido, recalcó que la inestabilidad cambiaria no estaba vinculada a una posible victoria del kirchnerismo o a un condicionamiento de la agenda del gobierno nacional, sino que está relacionada con los fundamentos macroeconómicos del modelo que propone Javier Milei. “La razón no está en la oposición”, insistió.
Principal hincapié hizo a la necesidad de que el banco Central acumule reservas, tal como se lo viene reclamando tanto el Fondo Monetario Internacional como el Tesoro. Advirtió que desde diciembre de 2023 cuando se produjo el cambio de gobierno, la gestión Milei no “juntó un dólar”.
“Esto no es sostenible y esa inestabilidad cambiaria y financiera que vivimos en los últimos meses tiene este fundamento macroeconómico”, lanzó.
Sí admitió que la cuestión política puede “meterle ruido” y además debe sumarse la “bipolaridad” que tienen los mercados que, describió, “de golpe ven una luz y se abalanzan sobre eso, y de golpe se les oscureció un poco y caen al fondo del tarro”.
Cantamutto recalcó que el gobierno necesitaba ganar las elecciones y gobernabilidad, y que por eso mantuvo atrasado el tipo de cambio.
De cara a lo que se viene, se preguntó si el gobierno libertario podrá lanzarse a la aventura de una reforma laboral, impositiva y jubilatoria, al mismo tiempo que se acelera la devaluación. “Parece un cóctel medio peligroso jugar con las dos cosas al mismo tiempo”, alertó.
Y continuó su análisis: “La idea de que ahora estamos en un escenario súper solvente es un poco fantasiosa. La Libertad Avanza demostró que ganó, que tiene el apoyo mayoritario, sea por anuencia o por miedo a la alternativa, pero tiene menos control del Congreso, la economía está más atada con alambre, depende más de los gestos que haga Estados Unidos y no tiene otra fuente de financiamiento, con lo cual, encarar estas reformas, que son las mismas tres que propuso Macri en 2017, al mismo tiempo que libera a la macroeconomía, es jugar con fuego”.