De acuerdo al informe que presentó CREEBBA, una familia bahiense compuesta por dos adultos y dos menores en edad escolar requirió $1.174.867 en noviembre para no ser pobre.
Para cubrir solo los requerimientos alimentarios la cifra trepó a $502.080.
De esta manera, las líneas de indigencia y de pobreza crecieron 2,1% y 3,0%, respectivamente, en comparación con octubre.
El aumento en la canasta básica alimentaria se explicó por alzas en productos como acelga (26,1%), harina de maíz (13,2%), yogur (10,0%), jugos concentrados (9,1%) y naranja (9,1%). En segundo orden se ubicaron productos como zapallo, galletitas dulces, zanahoria, tomate envasado, pan francés, soda, mandarina y asado, todos con variaciones en el rango de 6% a 9%.
En cuanto a bienes y servicios no alimentarios afectaron principalmente las variaciones en servicios sanitarios, gas y otros combustibles (16,9%), servicios de peluquería y para el cuidado personal (15,1%), ropa interior para mujer (9,1%), electricidad (7,1%), artefactos a gas (6,5%), entre otros.