Un episodio cargado de dramatismo se registró en plena avenida General Paz en medio del caos por las intensas lluvias y el anegamiento generalizado. Un taxista se descompensó y murió mientras transitaba por la colectora, a la altura de Pedro Varela, sentido hacia el Río de la Plata.
La víctima, identificada como Héctor Hermosa, de 60 años, fue hallada dentro de un Chevrolet Aveo por dotaciones de Bomberos que en ese momento realizaban tareas de evacuación de automovilistas atrapados en la arteria totalmente cubierta por el agua tras el diluvio. Los rescatistas dieron aviso de inmediato y se solicitó una ambulancia del SAME, pero los profesionales de la salud únicamente pudieron constatar su fallecimiento en el lugar.
El temporal golpeó con fuerza durante las primeras horas del sábado: en el AMBA se superaron los 100 milímetros de agua caídos y estaba vigente una alerta naranja por lluvias intensas y continuas. En la Ciudad de Buenos Aires, los barrios que más sufrieron el impacto fueron Villa Devoto, Villa Pueyrredón, Liniers, Villa Santa Rita, Villa Urquiza y Saavedra, donde el agua generó severos inconvenientes y complicaciones para circular.
Las proyecciones meteorológicas no daban respiro: se anunciaban vientos del sector sur con velocidades estimadas entre 35 y 50 km/h, acompañados de ráfagas que podrían trepar hasta los 75 km/h, lo que incrementó la preocupación por el riesgo de caída de árboles y postes.
La madrugada también dejó un panorama crítico en materia de servicios: según datos del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), unas 16 mil familias amanecieron sin luz en distintos puntos de la Ciudad. Las zonas más complicadas eran Flores, Floresta, Parque Avellaneda, Villa General Mitre y Villa Santa Rita, donde vecinos reportaron horas de interrupción del suministro.
Ante la alerta meteorológica, desde anoche el Gobierno porteño desplegó un operativo que involucró a Defensa Civil, Tránsito, Policía, Bomberos, cuadrillas de Espacio Público y la Guardia de Auxilio, con coordinación desde el Centro Único de Coordinación y Control. Ya se habían atendido más de 200 llamados relacionados con el temporal a través de la línea 103, que se vio desbordada por pedidos de asistencia.
Otro dato alarmante fue el comportamiento del arroyo Medrano, que desemboca en el Río de la Plata: registró un incremento del 142% sobre su nivel mínimo y superó los 5 metros de altura, transformándose en la cuenca más cargada y con mayor caudal en ese momento, lo que elevó el riesgo de desbordes.
En paralelo, se sostenían los operativos en autopistas y en pasos bajo nivel para liberar anegamientos y evitar accidentes, especialmente en sectores cercanos a la General Paz. Los pasos Mosconi, Cerati y Spinetta debieron ser cerrados de manera temporal hasta que descendiera el nivel del agua.
Fuente: Minuto Uno