Para el año próximo el Gobierno espera que la economía crezca 5%, la inflación se desacelere a 18,3%, que el dólar oficial avance a un ritmo semejante a los precios ubicándose en $1.207 en diciembre, un superávit primario de 1,3% del PBI y equilibrio en el resultado financiero del Tesoro. Estos son los principales datos macroeconómicos contenidos en el proyecto de presupuesto que el Poder Ejecutivo elevó al Congreso.
Las estimaciones del Ministerio de Economía contemplan una caída del producto bruto de 3,8% para el año en curso, pero una importante recuperación de 5% para 2025. Este porcentaje se ubica por encima de las proyecciones privadas, contenidas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que esperan un crecimiento promedio de 3,5% para el año que viene.
El Gobierno proyecta que “continúe un crecimiento sostenido del PBI en los años siguientes”, según señala el mensaje del presupuesto, con tasas de expansión de 5% en 2026 y 5,5% en 2027.
Las autoridades anticipan una marcada desaceleración de la inflación, que se ubicaría en 18,3% el año próximo, a distancia del 104,5% que aumentaría el índice de precios al consumidor durante el año en curso. Esto implica una inflación promedio de 1,4% mensual.
La previsión oficial se ubica por debajo de los cálculos del REM que anticipan un aumento del índice de precios de 38,4% para 2025.
No obstante, el mensaje aclara que dados los pasos formales que comporta el proceso presupuestario, el escenario macroeconómico utilizado como insumo se elaboró en el mes de junio.
Desde entonces, los datos que se fueron publicando permiten proyectar, para 2024, una caída del PBI menor a la estimada, asociada también a una inflación algo mayor a la esperada al inicio de la elaboración del Presupuesto.
Un dato clave:las autoridades contemplan un ajuste progresivo del tipo de cambio oficial. Los cálculos del Gobierno contemplan que el dólar oficial se ubique en diciembre de este año en $1.019,90 y un aumento de 18,3% para 2025, que llevaría el dólar oficial a $1.207 en diciembre de 2025.
De esta manera, el Gobierno insiste en mantener su política cambiaria desoyendo los argumentos de aquellos que señalan, como el FMI, que el tipo de cambio está atrasado.
Para 2025 las previsiones oficiales anticipan que el crecimiento del PBI sea motorizado principalmente por la industria y el comercio, con subas de 6,2% y 6,7%, respectivamente.
Por su parte, se espera que el sector agropecuario avance 3,5%. En suma, los rubros de bienes crecen en promedio 5,6%, por encima de los servicios, que suben 4,4%.
El mensaje destaca que desde el año 2014 no se presenta al Congreso de la Nación un Presupuesto equilibrado. Aún más, sostiene que desde el 2010 no se alcanza un resultado fiscal anual superavitario, y desde el 2008 no se alcanzan dos años consecutivos de superávit financiero.
Los recursos totales estimados para el ejercicio 2025 ascienden a $125,9 billones, equivalentes a 16,5% del PBI, con una caída de 0,2 puntos respecto al año 2024.
En el mensaje del proyecto de presupuesto también se presentan los 10 principales programas presupuestarios donde “se refleja el cambio de prioridad en aquellas políticas relacionadas con los ejes de esta gestión”.
En primer lugar, se registra una suba en la jerarquización de los programas asociados a la asistencia social sin intermediarios, como las asignaciones familiares y las políticas alimentarias.
Por su parte, la política educativa asociada a la educación superior también crece en jerarquía respecto del 2024 y 2023.
En sentido contrario, se registra una clara caída en la jerarquía que tiene la política energética, lo cual se debe a la decisión de focalizar y hacer más eficiente la asignación en los subsidios energéticos, tanto en 2024 (-40% real interanual al mes de julio) como en 2025, lo cual refleja a su vez el objetivo de reducir el nivel de intervención del Estado Nacional en el mercado.
Por último, destaca la caída en el ranking de los gastos de infraestructura terrestre, relacionado con la caída en el gasto de capital y la discontinuidad de obras menores.
Fuente: Ambito