Ciéntificos descubrieron porque la rana de cristal de Fleischmann tiene la capacidad de volver su piel transparente.
Mientras algunas ranas saltan grandes distancias con sus patas traseras para escapar de los depredadores o liberan toxinas como medida de defensa, otras prefieren directamente evitar ser detectadas: es el caso de la rana de cristal de Fleischmann, o Xenopus laevis, originaria de África y conocida por su capacidad de volver su piel transparente.
Estas ranas, que llevan su nombre debido a que su piel es tan transparente que es posible ver sus órganos y sistemas internos a simple vista, se utilizan comúnmente en investigaciones por su facilidad de crianza y por ser modelos experimentales muy valiosos en el campo de la biología y la medicina. Se conoce de ellas que son de hábitos nocturnos, y que durante el día buscan hojas con las cuales mimetizarse gracias al pigmento verde de su piel.
Ahora, además, un equipo de científicos estadounidenses observó que estos pequeños anfibios tienen un truco realmente fascinante para pasar inadvertidos a sus atacantes. Cuando una rana de cristal de Fleischmann dormita, su translucidez aumenta, casi hasta volverse transparente. Los resultados fueron publicados en la revista Science.
Para ello, analizaron a 11 ranas de cristal de Fleischmann con la técnica de fotografía en color calibrada y midieron la transparencia en diferentes momentos: al dormir, mientras estaban despiertas, cuando llamaban a sus parejas, después de hacer ejercicio y bajo anestesia. En la mayoría de estas actividades, los científicos encontraron que las ranas mantenían un nivel similar; sin embargo, cuando dormían, se volvían entre un 34% y un 61% más transparentes.
¿De qué manera? Según descubrieron, las ranas concentran la mayor parte de sus glóbulos rojos en el hígado al dormir (su momento de mayor vulnerabilidad), casi duplicando el tamaño del órgano y permitiendo a la rana volverse transparente. Cuando despiertan y vuelven a estar activas, liberan los glóbulos rojos para que empiecen a circular normalmente y el hígado vuelve a encogerse.
El biólogo Carlos Taboada, que dirige el equipo de investigación, explica que la rana aún puede coagular la sangre cuando es necesario, por ejemplo, cuando se lesiona y tiene que evitar la pérdida de sangre.
Esta capacidad de acumular y coagular la sangre de forma selectiva es el “superpoder” de la criatura, agrega, y podría abrir las puertas a una mejor comprensión de la coagulación de la sangre en general.
Fuente: Filo News