El volante, quien se rehabilita de la rotura del ligamento cruzado anterior, había participado del reducido abierto y podría estar a la par en la próxima semanas.
En la práctica que tuvo River a puertas tuvo a puertas abiertas, no se observaron indicios de lo que será el equipo para el duelo ante Atlético Tucumán, pero si tuvo como principal novedad a Gonzalo Martínez, quien participó del fútbol en espacios reducidos y podría tener el alta médica para la próxima semana, en la previa del Superclásico.
El volante, que regresó al club en 2023, está en el último tramo de la rehabilitación de la rotura del ligamento cruzado anterior que sufrió en su rodilla izquierda en la pretemporada y por la que se operó el 24 de enero. Desde un momento, el diagnóstico fue que le demandaría entre ocho y nueve meses, por eso verlo moviéndose junto a los demás generó una gran expectativa entre los hinchas.
El ex-Huracán salió al campo de juego junto a los demás y disputó el ejercicio con pelota de ocho contra ocho. Sin embargo, el zurdo se calzó la pechera rosa pero en ocasiones hizo de comodín jugando para el conjunto que tenía la posesión de la pelota.
Pese a su larga inactividad (su último partido fue el 9 de diciembre de 2023 ante Rosario Central por la semi de la Copa de la Liga), a lo largo del entrenamiento se lo notó activo, ágil y preciso con la pelota. Incluso convirtió algunos goles en los tres mini arcos defendidos por Franco Armani.
Si bien no se descarta la posibilidad de que reciba el alta médica antes del duelo contra Boca, al Pity tendría un tiempo más. Todavía transita el octavo mes desde la lesión y en junio comenzó a trotar. Desde entonces, viene evolucionando pero aún le queda para volver a las canchas. Todo dependerá de cómo siga y cómo lo vea el cuerpo técnico física y futbolísticamente.
Martínez fue reincidente en esta lesión porque había padecido la misma en esa rodilla en febrero de 2023 cuando jugaba para el Al-Nassr de Arabia Saudita y desde allí llegó al Millonario a mediados del año pasado, pero apenas disputó un semestre hasta volver a padecer un problema ligamentario. Por eso en febrero se viajó hacia Barcelona para ser intervenido en la clínica del doctor Ramón Cugat, el mismo especialista que lo había atendido el año anterior.