El Gobierno de Rusia se encuentra redactando un decreto presidencial que prohíbe a las empresas de ese país, vender petróleo a cualquier nación que coloque un techo al precio de compra.
El decreto prohibiría cualquier tipo de venta a empresas y países que ingresen a un mecanismo de tope de precio, según indicó una fuente cercana al Kremlin a la agencia de noticias Bloomberg.
La medida por parte de Rusia –el segundo productor mundial de petróleo- sería una respuesta directa a los países aliados nucleados en la Unión Europea (UE) y el G7, que se encuentran discutiendo una iniciativa de esa índole.
Un límite al precio de compra permitiría reducir los ingresos que recibe Rusia por vender petróleo, una fuente de financiamiento para sus fuerzas armadas en el marco del conflicto con Ucrania, y al mismo tiempo, evitar prohibir la importación de su crudo ya que, de lo contrario, podría producirse un fuerte incremento en el valor internacional de este commodity, y añadir más fuego a una inflación que en Europa y Estados Unidos se sitúa a niveles récord.
Algunos miembros, como los de la región báltica y Polonia, rechazan la propuesta de fijar el precio en US$ 65 el barril pues, en efecto, se situaría por arriba de los US$ 63 en los que se comercializa actualmente el petróleo ruso, y permitirá mantener prácticamente inalteradas las ganancias de Rusia.
Actualmente el costo de producción de un barril para Rusia se sitúa entre los US$ 30 y los US$ 40.
Fuente: agencia Télam