No hay caso…

Uno de esos accidentes se produjo en horas de esta mañana de domingo.

Un joven de 20 años, a quien acompañaba otro de 18, estampó el Fiat Uno que conducía contra el frente de una casa en el barrio Rosendo López.

Pretendían escapar de la policía y perdieron el control del vehículo.

El control de alcoholemia permitió establecer que manejaba el auto con 1,78 de alcohol en sangre.

Anoche, en tanto, en el Paso Urbano, ex Camino Sesquicentenario, obra abandonada por el gobierno nacional y por lo tanto muy peligrosa, especialmente en horas de la noche, un hombre de de unos 60 años aproximadamente, chocó su auto contra dos de los tambores que están desde hace tiempo tratando de señalar por dónde se debe circular.

Tanto el conductor como quien lo acompañaba resultaron ilesos. El test arrojó 1,75 de alcohol en sangre.

Por último, también anoche, en la intersección de Vieytes y Colón, chocaron dos vehículos: un Gol y un Clío, ambos conducidos por jóvenes de entre 21 y 27 años.

En este caso el control de alcoholemia dio negativo para los dos. Pero es muy probable que uno de los dos haya pasado con semáforo en rojo.