“Los ciclos de la naturaleza han sido transformados”, dijo Maristella Svampa

Nació en Allen, provincia de Río Negro. Estudió en la Universidad Nacional de Córdoba. Allí se recibió de Licenciada en Filosofía y posteriormente continuó sus estudios de posgrado en Francia, Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales donde obtuvo el título de Doctora en Sociología.

Maristella Svampa, de ella se trata, es además investigadora y escritora, comprometida con el ambiente natural que ha tenido un compromiso intelectual en torno a la defensa de los Derechos Humanos y posiciones académicas a favor de entender lo que está significando el cambio climático que afecta al planeta. En la actualidad, además de integrar el Conicet como investigadora Superior, es docente de la Universidad Nacional de La Plata.

Ayer, junto a Enrique Viale publicaron un artículo periodístico que titularon “La era de los colapsos localizados necesita más estado, no menos”, donde reflexionan y opinan sobre los fenómenos meteorológicos que nos tienen a mal traer desde hace varios meses, no solo en nuestro país sino también en todo el planeta.

Y esta mañana en nuestro programa de radio habló sobre el particular. En tal sentido afirmó que estamos efectivamente ante la presencia de colapsos que identificó como los impactos de los eventos extremos ligados al cambio climático… ” Olas de calor, sequía, vientos fuertes, tornados e inundaciones que hacen que una ciudad y sus zonas aledañas literalmente colapsen porque destruyen infraestructura y también ecosistemas”.

La profesional puso como ejemplo lo sucedido en nuestra ciudad el pasado 16 de diciembre. “Estamos viendo y sufriendo una gran cantidad de estos eventos, fíjense lo que está pasando ahora en la región metropolitana, o lo que pasó hace un par de meses en Acapulco, los grandes incendios en Valparaíso y lo sucedido en Hawai”.

Svampa afirmó que estos eventos extremos “golpean fuertemente las infraestructuras de las ciudades y sobre todo afectan a las poblaciones más vulnerables, en un mundo cada vez más desigual”.

“En consecuencia – agregó – es difícil, lleva tiempo reconstruir las ciudades si no hay políticas de adaptación y mitigación al cambio climático. Por eso decimos nosotros que se necesita más estado, no menos, para invertir en políticas públicas, para fortalecer las infraestructuras, para mejorar los sistemas de emergencia, de salud y para preparar a la gente, a todos, a este tipo de fenómenos naturales que – insistió – se van a repetir cada vez con mayor frecuencia”.

Fue a partir de estos conceptos que dijo que “tenemos que dar de baja la idea de normalidad” respecto de la naturaleza. “Los ciclos de la naturaleza han sido transformados, no en vano los científicos de todo el mundo hablan por ejemplo del final de las estaciones tal como nos lo enseñaron en la escuela. Ya resulta cada vez más difícil decir si estamos en primavera o en un verano prolongado”.

Maristella Svampa enfatizó en otro pasaje del reportaje en nuestra radio que “cuando la dirigencia política piensa que en los últimos años hubo una sequía que afectó la producción de la soja y ahora dice que volvimos a la normalidad, es mentira. Hay que pensar en estrategias. Lo que existía hace tiempo ligado a la estabilidad climática no está más. Ahora la normalidad es la inestabilidad climática y la imposibilidad de planificar a largo plazo”.

Se mostró muy escéptica de la relación del actual gobierno argentino con estos temas. “Milei es un negacionista del cambio climático. Estamos en problemas también en ese sentido, pero resulta necesario poner en la agenda pública este tema”.

Svampa reiteró por último que por todo esto, ligado claramente al aumento de la temperatura global, es que necesitamos un estado presente, no cada vez más ausente… de lo contrario esto traerá consecuencias dolorosas y negativas que, por sobre todas las cosas, afectará a las poblaciones más vulnerables”.

“Pero atención – sostuvo – nadie podrá escapar del colapso si esto continúa de esta manera, y una de las primeras cosas que deben entender los poderosos del mundo es que nada se puede reconstruir si se continúa en esta línea de semejante diferencia entre la riqueza de unos pocos, y la pobreza de millones. La desigualdad, la marginalidad, la diferencia de clases entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen poco o casi nada, nos involucra a todos”.