Incendios: apuntan contra la ineficaz respuesta del Estado

“Argentina se ha transformado en un país donde la gente sale a protestar para poder respirar”, aseveró el abogado ambientalista Rafael Colombo sobre las consecuencias de las quemas en el Delta del Paraná.

Esta mañana en Radio Altos afirmó que la situación actual es “algo poco frecuente en la historia democrática reciente” porque el Estado ha evidenciado su propia inutilidad, ineficacia y complicidad frente al fenómeno de los incendios. Apuntó contra los poderes ejecutivos municipales, provinciales y federal, contra el poder legislativo que no debate la ley de humedales y contra el poder judicial que ha tenido un rol muy penoso en cuanto a la ejecución de investigaciones para detectar a los responsables de los incendios.

“Ha existido una respuesta sistemáticamente ineficaz por parte de las autoridades frente al fenómeno de los incendios por lo menos desde hace dos años y medios; desde fines de 2019 en Argentina tenemos una situación de emergencia en materia de focos ígneos distribuidos en distintas regiones y se ha recrudecido en el Delta del Paraná en los últimos días”, resumió.

Sobre la nube de humo tóxico que está afectando e invadiendo distintas ciudades de Santa Fe y Buenos Aires, aseveró que es muy perjudicial para la salud.

En cuanto a los motivos que existen detrás de los incendios intencionales, mencionó la expansión de la frontera agrícola y ganadera que se desplaza desde la llanura hasta las islas del Delta y la expansión indiscriminada de la especulación inmobiliaria con megaurbanizaciones en áreas protegidas. “La búsqueda desmedida de ganancias es lo que lleva a profundizar el retroceso y la degradación de los humedales en Argentina. En este caso los incendios han funcionado como una forma de limpiar determinadas zonas y áreas para llevar a cabo estas actividades económicas productivas extractivistas”, denunció.

Cuatro personas permanecen detenidas acusadas de iniciar uno de los focos ígneos en el Delta y para Colombo podría tratarse de “perejiles”. “Es necesario hacer una distinción entre autores materiales e intelectuales; es poco probable que estas cuatro personas aisladamente hayan estado pretendiendo generar estos focos ígneos. Es probable que alguien les haya indicado y ordenado prender fuego”, opinó.

Y agregó que la criminalidad ambiental es una criminalidad de los poderosos, de personas que tienen poder económico, capacidad logística, blindaje mediático, herramientas para procurar su impunidad y una fuerte capacidad de organización. “Detrás de esa ejecución del incendio hay una serie de personas que no se ensucian las manos y que mandan a otras personas a quemar”, describió.

El letrado recalcó que hace dos años y medio que Argentina atraviesa una compleja situación respecto a los incendios y que las autoridades estatales han mostrado una ineficacia absoluta y total ante este problema. 

Sumó como agravante el cambio climático, que afirmó, jugará a favor de la desertificación, de la profundización de las sequías y de generar condiciones climáticas para que los incendios se produzcan de una manera más sencilla, fácil y frecuente. “Es importante que el Estado se tome el fuego en serio porque no lo ha hecho hasta ahora; que empiece a responder como corresponde”, reclamó.

Por último, al ser consultado sobre el proyecto de ley de humedales que fue presentado por cuarta vez el pasado 2 de marzo en el Congreso, indicó que recién días atrás se dio giro para su tratamiento en tres comisiones de la Cámara de Diputados (Agricultura, Ambiente y Presupuesto).

“Es un proyecto genuinamente elaborado por la sociedad civil y la comunidad científica, pero en el Congreso tenemos un problema muy grande en cuanto a una inexistencia de conciencia sensible frente al drama de los incendios y a cómo retroceden los humedales”, cuestionó a las y los legisladores.