El martes se renuevan 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado, así como las gobernaciones de 36 de los 50 estados.
Cientos de candidatos republicanos, en un hecho inédito, se niegan a comprometerse a aceptar los resultados de los comicios, que serán los primeros en el país desde que seguidores de Trump atacaron el Congreso en 2021 convencidos de que Biden había ganado con fraude las elecciones de fines del año anterior.
En un discurso esta semana en Washington con motivo de la cercanía de las elecciones, el presidente Joe Biden dijo que la democracia estadounidense estaba “en riesgo” y llamó a acudir a las urnas para defenderla de la violencia y las mentiras de los “ultra” trumpistas que siembran dudas sobre la transparencia electoral.
Por su parte, Trump redobla sus insinuaciones de que aspirará otra vez a la Presidencia, y los principales medios afirman que su entorno prepara un lanzamiento poco después de las elecciones legislativas para capitalizar un triunfo republicano en unos comicios que históricamente son favorables al partido que está en la oposición.
El panorama es incierto respecto del Senado, donde los republicanos necesitan dar vuelta solo un escaño para tomar el control. Cada partido tiene hoy 50 votos allí, pero la vicepresidenta Kamala Harris, en su carácter de presidenta de la cámara, desempata en caso de paridad en las votaciones.
Sondeos han mostrado que la alta inflación y el aborto son las cuestiones que más preocupan a los votantes de cara a las legislativas.
La desaprobación de la gestión general de Biden, que fue creciendo desde enero hasta máximos de 62% en junio y julio debido, principalmente, a la alta inflación, cayó a 56% en octubre, según una encuesta de la consultora SSRS para CNN.
Fuente: agencia Télam.