El papa Francisco, recientemente hospitalizado con bronquitis, no presidirá la procesión del Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo debido a la jornada extremadamente fría en Roma, pero observará la procesión a la luz de las antorchas desde el hotel donde reside en el Vaticano, informó la Santa Sede.
Francisco presidió un oficio de oración en la Basílica de San Pedro en ocasión del Viernes Santo, que recuerda la muerte de Jesús en la cruz. Con una vestimenta color carmesí, el papa fue en silla de ruedas al centro de la basílica para el oficio.
Durante el oficio del Viernes Santo, Francisco escuchó una larga homilía del sacerdote oficial del Vaticano. El papa sonaba ronco durante las lecturas y al impartir la bendición al final del oficio de casi dos horas. En un momento se puso de pie para besar una figura de Jesús en una cruz que le acercaron y luego inclinó la cabeza en silenciosa reflexión.
El Jueves Santo, el pontífice presidió una misa de casi dos horas en la Basílica de San Pedro y luego lavó los pies de 12 presos en una cárcel de menores de Roma, un rito que simboliza humildad.
Si bien el tiempo en Roma ha sido primaveral durante el día, por la noche la temperatura ha caído 4 grados Celsius.
“Debido al intenso frío de estos días, el papa Francisco seguirá el Vía Crucis esta noche desde el hotel Santa Marta, uniéndose en oración con aquellos que se reunirán con la Diócesis de Roma en el Coliseo”, dijo el Vaticano en un comunicado breve.
Fuente: Associated Press.