De Mendiguren ratificó que el objetivo es que los salarios no pierdan poder adquisitivo

A menos de un mes de asumir al frente de la secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren afirmó que el primer objetivo que se fijó Sergio Massa como ministro de Economía fue estabilizar las variables económicas y esa misión se cumplió.

“Estamos complicados; la situación es difícil porque hubo una inestabilidad fuerte en el corto plazo donde se pronosticaba que Argentina podía reprogramar su deuda en pesos. Era un clima complejo y difícil para todos: no se podían formar precios y quién tenía insumos no los vendía”, resumió sobre la crisis que se desató tras la renuncia del exministro Martín Guzmán.

Ante ese panorama, señaló que el primer objetivo en lo inmediato fue estabilizar las variables económicas, alejar la posibilidad de que no se cumplieran las obligaciones en pesos y avanzar en recomponer relaciones con entidades financieras de crédito.

Ahora, aclaró, “se viene el trabajo” y en cuanto a su cartera, dijo que la tarea es mantener el nivel productivo. “Nuevamente la “argentina productiva” es la que empieza a salvar al país, con el campo y con las economías regionales”, subrayó.

De todos modos, admitió que se enfrentan a dos problemas, uno la falta de dólares que genera inconvenientes para sostener el nivel de actividad en algunas cadenas productivas, y el otro, la inflación que lo definió como un tema grave.

“Cuando salíamos de la crisis de la pandemia de coronavirus nos agarró la guerra en Ucrania, que a la Argentina en particular y en el corto plazo le pegó, con aumentos en la canasta básica alimentaria y en la energía”, señaló.

Sobre la inflación, precisó que el gran desafío no solo es contenerla sino lograr una fuerte caída. Pero reconoció que “hacer magia” es imposible y que en poco tiempo no se puede lograr controlar el aumento de precios y que ronde el 2,5%.

De Mendiguren cuestionó los abusos con los incrementos de precios que se registraron semanas atrás luego de la renuncia de Guzmán. “Había un pánico grande de que se podía ir a una devaluación brusca y mucha gente por las dudas aumentó sus precios cubriéndose. Ahora al haberse resuelto, al saber que no habrá default en pesos y que el dólar se ha estabilizado, hace falta que ese aumento especulativo se quite”, planteó y criticó que si bien desapareció la incertidumbre no han bajado los precios.

Agregó que en materia de precios “todo está desordenado”, pero acentuó que hay una decisión política de resolver cuestiones estructurales, entre ellas, coordinar la política monetaria, fiscal y de ingresos.

“Argentina entró en crisis con 54% de inflación, sin reservas, con más de 40% de pobreza. Por eso nos impactó mucho más que a otros países la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania. Hoy tenemos que hacer el esfuerzo y con esta realidad tenemos que pelear”, describió.

Y manifestó que es una decisión novedosa porque es la primera vez que ante una crisis se preserva el poder adquisitivo. Recordó lo ocurrido en 2001 durante el gobierno de Fernando De La Rúa con la caída de los salarios.

Por último, sobre las versiones que volvieron a circular los últimos días respecto a la posibilidad de que el gobierno de Alberto Fernández avance en una fuerte devaluación, lo descartó.

“Hay una fuerte presión como existió hace menos de un mes de gente que busca y quiere una devaluación brusca de la moneda, algunos por intereses personales, otros para desestabilizar y otros porque creen que ese es el camino. No se irá a una devaluación brusca, sí a achicar la brecha tratando de reforzar reservas para que baje el dólar no oficial”, especificó.