El candidato a senador provincial dijo que Somos Buenos Aires busca sumar los votos de quienes “no quieren volver al pasado y tampoco les gusta el presente”.
De cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre, Andrés De Leo, primer candidato a diputado provincial de Somos Buenos Aires, habló de romper con “la relación tóxica” que proponen el presidente Javier Milei y la titular del Partido Justicialista, la exmandataria Cristina Fernández del Kirchner.
“Hay una enorme polarización en materia de agenda pública. A Milei y al kirchnerismo con Cristina a la cabeza, lo único que se les escucha es hablar de ellos, ninguno habla de propuestas”, aseveró en primer término en diálogo con Radio Altos.
Esa polarización, remarcó, no se condice con los resultados electorales porque explicó que entre un 30 y un 35% de las y los votantes no elige ni por el kirchnerismo ni por La Libertad Avanza. El problema, admitió, es que ese grupo dispersa su voto.
Además, sumó que otro 20% ni siquiera asiste a emitir su voto.
“Nosotros con Somos Buenos Aires intentamos en la Provincia poder representar a esos sectores que no quieren volver al pasado y que no les gusta este presente”, enfatizó.
Para “seducir” a la ciudadanía de cara a los comicios, remarcó que es necesario hablar de ideas y de propuestas. Y agregó que la alianza que integra aspira trabajar por las y los bahienses, por la educación y por un cambio profundo en la Provincia, entre otros puntos.
“Queremos romper con la relación tóxica que proponen Milei y Cristina”, insistió.
Análisis de la marcha de la economía
Al ser consultado sobre los recientes anuncios que realizó en La Rural el presidente Javier Milei en materia de baja de retenciones, De Leo señaló que la primera conclusión que se desprende es que la política de superávit fiscal “está para unos y no para otros”.
“Hay sectores de la economía que la están pasando mal. Y el sector agropecuario también, por eso esta baja de retenciones es un paliativo menor”, opinó.
Sobre el plan económico que lleva adelante la gestión libertaria, recordó que comenzó con una mega devaluación del 118% al asumir la presidencia Milei y que tuvo como objetivo principal recaudar dólares.
“Con el paso de los meses, el gobierno avanzó en una estrategia clara de ganar las elecciones: anclaje en el gasto público, en el tipo de cambio y en los salarios”, subrayó.
Y no dudó en advertir que se trata de un plan económico que tiene un tinte electoral y que no es sostenible en el tiempo.
Recalcó que el dólar se sostiene en los valores actuales con endeudamiento o eventualmente con liquidación de activos o bienes del Estado.
“El gobierno plancha el valor del dólar y los salarios para llegar a un número de inflación cercano al 1% y poder ganar las elecciones. Después vendrán las correcciones que serán más duras para el pueblo argentino”, alertó sobre lo que podría ocurrir tras los comicios de octubre.