Coope Borlenghi
Nacionales - 19/09/22
Nacionales - 19 de septiembre 2022, 06:50

Crimen del empresario en Mendoza: detuvieron a un agente penitenciario

Sería integrante de la banda que asesinó a Emilio Giménez.

Las imágenes de la cámaras de seguridad de la calle y los restos de sangre que se encontraron en los vehículos que participaron en la emboscada y asesinato de Emilio Giménez (49), el empresario frutihortícola de Mendoza, permitieron detener a uno de los integrantes de la banda e identificar a otro.

El detenido es Cristian Rivero, agente del servicio penitenciario, ex encargado de la seguridad del club de fútbol Independiente Rivadavia y padre del líder de una facción de la barrabrava de la Lepra mendocina.

Rivero aparece en el interior de un Fiat Punto, minutos antes de que otros dos vehículos encerraran al empresario que conducía una camioneta Volkswagen Amarok y le dispararan en el pecho. Los delincuentes huyeron despues de asesinarlo y no alcanzaron a llevarse una mochila con dólares que llevaba Giménez.

El detenido lleva 19 años como penitenciario pero desde hace un año estaba con licencia psiquiátrica. Fue detenido este domingo por la tarde, en una vivienda de calle Paso de los Andes, de Godoy Cruz, en el Gran Mendoza.

Cristian Rivero es el padre de Cristian Leandro “Chori” Rivero, jefe de la facción Villa Hipódromo de la hinchada de Independiente Rivadavia. Este joven está involucrado en la investigación por el crimen de Gabito Videla, en enero del año pasado, durante los festejos del aniversario del club del parque mendocino.

La información dada a conocer este domingo por el diario El Sol, fue confirmada a Clarín por fuentes vinculadas a la causa judicial. El fiscal Carlos Torres mantiene el secreto de sumario hasta este lunes al mediodía, cuando se prevé tomarle declaración al imputado.

Además, la Justicia mendocina ha podido identificar a otro de los delincuentes que participaron del asalto y asesinato del empresario del Mercado Cooperativo de Guaymallén. Fue a partir de una mancha de sangre en la puerta trasera de la camioneta Jeep que participó del asalto y que quedó abandonada en la calle.

Qué se sabe del crimen del empresario Emilio Giménez

La emboscada que terminó con la vida del empresario ocurrió el jueves por la tarde, en la esquina de Quintana y Padre Manzano, en la localidad de Villa Nueva, en el municipio mendocino de Guaymallén.

Giménez hacía todos los días el mismo recorrido para volver a su casa, en el barrio Barrio Jardín Urquiza, a 200 metros de la cancha de fútbol del club Murialdo, en Villa Nueva Guaymallén. Estaba casado y tenía dos hijos, una adolescente de 15 años, y un varón de 11.

Era un vecino muy querido, solidario y trabajador.  El pasado jueves, a las 16, antes de llegar a su casa, había ido a dejarle frutas y verduras a su mamá que vivía a cuatro cuadras del sitio donde lo asesinaron.

Cuando regresaba, a solo dos cuadras de su casa, una banda de asaltantes le cruzaron una camioneta Jeep blanca y otra vehículo, una Toyota RAV gris, lo encerró por atrás. Hubo un tercer vehículo de apoyo, se cree que es el Fiat Punto donde iba el ahora detenido. 

El empresario venía hablando por teléfono con su socio y alcanzó a decirle que lo estaban siguiendo. No llegó a cortar. El socio -ahora testigo de la causa- escuchó el estruendo de la maniobra marcha atrás y el golpe de la camioneta Amarok de Giménez contra el portón de una casa cuando intentaba escapar de los asaltantes. Y, unos segundos después, cuando bajaron los ladrones y lo ejecutaron dos disparos.

Escaparon sin llevarse el dinero porque la camioneta estaba incrustada contra la reja de una casa y, de inmediato, salieron los vecinos a la calle.

Sobre el monto que llevaba Giménez, los investigadores hablan de 20 mil dólares, casi 6 millones de pesos que estaban en ese bolso y que los asesinos no alcanzaron a llevarse. Sería el dinero de la venta de un camión, según precisaron allegados a la familia del empresario.

Las cámaras de la vía pública mostraron cómo huyeron los asaltantes, al menos cinco personas pueden verse. Uno de los vehículos de los delincuentes, la camioneta Toyota, quedó en el lugar y el otro, la Jeep, apareció a 20 cuadras, en calle Colombia y Francia de Guaymallén.

Ambas habían sido robadas y tenían pedido de captura. En el interior de la camioneta los investigadores encontraron manchas de sangre en la puerta trasera izquierda, que fue peritada y permitió llegar a otro de los sospechosos por el conmocionante asesinato.

Fuente: diario Clarín

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