La Policía Ecológica junto a personal de Policía de Seguridad realizó un importante operativo en una chatarrería que fue clausurada, detrás del barrio Evita, a la vera del arroyo Napostá.
Se incautaron en total de 400 kilos de aluminio de dudosa procedencia, como así también cables de baja tensión que fueron reconocidos por personal de EDES como robados. También se confiscaron 5.000 envases fitosanitarios, que aseguraron las autoridades representa un alto riesgo ambiental.
La ubicación de la chatarrería “exacerbaba el riesgo de contaminación del agua y del área circundante” y es por eso que se tomaron acciones legales y se detuvo al propietario del lugar, aunque no trascendió su identidad.
Las investigaciones continuarán para determinar la procedencia exacta de los materiales secuestrados y se implementarán medidas de remediación para mitigar el impacto ambiental causado por la operación ilegal de la chatarrera.
Foto de archivo