El ministro de Economía, Luis Caputo, llegó al seminario del banco de inversión J.P. Morgan en el Park Hyatt hotel poco después de las tres de la tarde, hora local, un rato después de aterrizar en Washington, junto con el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. El título de su presentación: “Argentina: estabilización, desregulación y crecimiento sostenido”.
Ante inversores y analistas de fondos y bancos de inversión, muchos de ellos llegados a Washington al igual que él para participar de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, Caputo defendió la estrategia fiscal del gobierno de Javier Milei, dijo que no es cierto que sea pura “licuadora” –licuación de gastos con la inflación–, y reiteró que la intención es levantar el “cepo”, pero que no pueden hacerlo con el nivel actual de reservas a menos que reciban una inyección de dinero fresco, según pudo reconstruir LA NACION.
Caputo renovó el compromiso oficial con el ajuste, y negó que el dólar esté atrasado. No dio detalles sobre las discusiones con el Fondo y fue aplaudido.
La presentación de Caputo en el seminario de inversores del banco J.P. Morgan fue su actividad principal del primer día de visita a Washington, un viaje que marcó su regreso a la capital de Estados Unidos como funcionario de la Argentina tras su paso por el gobierno de Mauricio Macri. En Washington, Caputo se reunirá con funcionarios del Departamento del Tesoro, del Fondo, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y participará de la agenda del G20, que este año preside Brasil. Caputo también estará acompañado en la capital norteamericana por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien tendrá una agenda propia con la Casa Blanca.
El Ministerio de Economía dijo que en esos encuentros “se continuará dialogando sobre las reformas que se están desarrollando en la Argentina para ordenar la economía”. En la mira del mundo inversor están las discusiones con el Fondo, que se mueven en dos frentes: la próxima revisión del programa vigente, heredado del gobierno de Alberto Fernández, y los avances hacia un eventual nuevo programa que pueda incluir fondos frescos –el número que circula desde hace meses es 15.000 millones de dólares– y darle al gobierno de Milei el oxígeno que busca para levantar el cepo y darle un poco de alas a una economía hundida por ahora en una profunda recesión por las correcciones que implementó el Gobierno. El Fondo ha dicho en reiteradas oportunidades que hablar de un nuevo programa, que debería pasar por el Congreso, es “prematuro”. En cambio, nadie anticipa inconvenientes con la próxima revisión dados los logros que han conseguido hasta ahora Caputo y su equipo tanto en el frente fiscal como en el nivel de recuperación de reservas.
La visita de Posse y Caputo permitirá aceitar los vínculos con el gobierno de Biden y el Fondo en un momento crítico para el programa económico. Aunque el fuerte ajuste fiscal y las correcciones que implementó el gobierno de Milei han recibido un amplio respaldo en Estados Unidos, la Casa Blanca, el Tesoro, el Fondo y los inversores han ofrecido también una lista de inquietudes en un segundo plano, entre las que aparecen el impacto del ajuste en los sectores más vulnerables de la población y el tejido social, la calidad y la sustentabilidad del ajuste fiscal, y cuál es el apoyo político real que puede amalgamar la Casa Rosada para arraigar las reformas. Pero lo que prevalece en los mensajes sobre la Argentina, de momento, es un claro respaldo al giro que imprimió Milei en la política económica.
“El progreso hasta ahora ha sido realmente impresionante”, dijo el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, sobre el programa económico cuando LA NACION preguntó sobre las proyecciones del Fondo en la presentación de los últimos pronósticos del organismo.
“Las autoridades han podido registrar un superávit fiscal por primera vez en más de una década. Pero, por supuesto, esto llevará algún tiempo y requerirá una implementación firme de las políticas y es necesario hacer mucho más en una escala más amplia. Estamos siguiendo de cerca esta situación con nuestros equipos aquí en el Fondo que están en estrecho contacto con las autoridades. Pero el progreso nuevamente ha sido bastante fuerte”, agregó.
El Fondo prevé que la economía argentina se contraerá un 2,8% este año respecto del año anterior, en medio del fuerte ajuste fiscal digitado por el gobierno de Milei para equilibrar las cuentas públicas y combatir la inflación. Para 2025, el Fondo anticipa una recuperación de la economía con un crecimiento del 5% respecto de este año. Ante una pregunta de LA NACION acerca de si el Fondo prevé que el rebote de la economía será en “V”, “U” o “L”, un incipiente debate entre los economistas que siguen de cerca el país, Gourinchas solo se limitó a decir que la mejor opción es una “V”.
Fuente: diario La Nación