Las especulaciones acerca de que Jair Bolsonaro tenía previsto desconocer el triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva y de que su plan era desestabilizar el orden democrático en Brasil dejaron de ser una mera hipótesis. La policía de Brasil encontró en la casa de un exministro bolsonarista el borrador de un decreto con el que el gobierno saliente pensaba anular los resultados de las elecciones y mantener el poder de facto.
El documento que comprueba el intento de deslegitimar los comicios a través de los cuales Lula volvió a la presidencia fue hallado durante un allanamiento en la casa de Anderson Torres, quien fuera ministro de Justicia del gobierno anterior.
El ex funcionario, que se encuentra en Estados Unidos, admitió la existencia de ese papel y, para intentar absolverse de culpa, dijo que tenía pensado “triturarlo en su momento”.
Qué decía el borrador golpista
El borrador tiene tres páginas y fue encontrado en el armario de la casa de Torres. Indicaba que “con vistas a restablecer el orden y la paz institucional” se decretaba “el Estado de Defensa” y la intervención del Tribunal Superior Electoral (TSE) de ese país.
Acusaba a los miembros de ese tribunal de “abuso de poder y medidas inconstitucionales” ocurridos “durante el proceso electoral”, y se decretaba “la corrección” de esos comicios. Y para ello creaba una “comisión de regularidad electoral” conformada por funcionarios y legisladores bolsonaristas para organizar una nueva votación.
En otros términos, el objetivo desestabilizador de Bolsonaro era concretar un autogolpe que lo mantuviera un tiempo más en el poder, echar un nuevo manto de sospechas sobre Lula Da Silva y generar las condiciones para ganar en una nueva elección.
La vivienda de Torres fue allanada porque el ex ministro está sospechado de tener vínculos con la revuelta del domingo pasado en que grupos bolsonaristas tomaron las sedes de los tres poderes, con asiento en Brasilia.
Qué dijo Torres en su defensa
Torres estaba a cargo de la Secretaría de Seguridad de la capital brasileña durante la revuelta que se produjo allí el domingo último, y las sospechas indican que él pudo haber generado las condiciones para que las fuerzas de seguridad no actuaran durante el inicio de esos hechos de violencia.
El ex funcionario se halla en Estados Unidos, aunque ya anticipó que a su regreso se pondrá a disposición de la Justicia porque tiene “la conciencia tranquila”, según señaló en Twitter.
“En mi casa había una pila de documentos para desechar, donde muy probablemente se encontró el material” que pretendía desestabilizar el orden democrático en Brasil, explicó en la red social. “Todo eso -prosiguió- sería llevado para ser triturado en su momento en el MJSP” (Ministerio de Justicia y Seguridad Pública).
Luego sostuvo que “dicho documento fue tomado cuando yo no estaba allí y se filtró fuera de contexto, lo que ayudó a alimentar narrativas falaces en mi contra”. Y aseguró: “Tengo la conciencia tranquila con respecto a mi papel como ministro”.
La reacción de los funcionarios de Lula
Al conocer esa prueba, difundida por la prensa local, varios funcionarios del gobierno de Lula sostuvieron que el documento brinda una certeza más del “intento de golpe de Estado premeditado en detalle” por parte de Bolsonaro.
El ministro de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha, afirmó que está probado que el objetivo del texto era “fabricar el caos para enterrar la democracia”. “El intento de golpe fue premeditado y perfilado en detalle, pero no vamos a dejar que sus perpetradores se salgan con la suya”, afirmó.
Por su parte, el titular del Ministerio de Justicia, Flávio Dino, destacó que el objetivo que tenía el borrador de decreto “fracasó igual que el intento” golpista del domingo pasado. Esto “enfatiza que lo que vimos aquí el 8 de enero no fue algo aislado. De hecho, fue un elemento de una cadena, un eslabón de un movimiento golpista en Brasil y que hubo actos preparatorios asombrosos como este decreto de intervención militar”, subrayó.
Fuente: diario Página 12