Barcelona fue muy superior al Real Madrid y alzó la Copa del Rey

Había promesa de partidazo y no defraudaron. Barcelona y Real Madrid definieron en Arabia Saudita la final de la Supercopa de España y los ojos del mundo estuvieron pendientes. El conjunto Xavi dio una muestra de fútbol de primerísimo nivel y superó sin atenuantes a los Merengues que tuvieron una noche para el olvido. El 3-1 final da una muestra de lo que pasó dentro de la cancha y el Barsa se consagró campeón.

De arranque el Barcelona salió a imponer sus condiciones y dominaba las acciones en base a su estilo e idea de juego de tenencia de pelota y construcción tranquila de las jugadas. Por su parte, el Real Madrid no sufría sobresaltos y se resguardaba a la espera de una contra. Cada uno con sus armas diseñaron el partido.

Con estas estrategias, cada uno tuvo una jugada de peligro importante, lo que sirvió para aportar dinámica y atractivo a los primeros minutos del partido. Hasta los 15’, el Barsa fue amplio dominador, pero luego los de Ancelotti se acomodaron en cancha e inquietaron a Ter Stegen.

Como no podía ser de otra manera, las primeras de situaciones de peligro estuvieron en los pies de Lewandowski y Benzema. El polaco remató de afuera para exigir a Courtois que respondió bien y el palo le dio una ayuda importante, mientras que el francés lo tuvo de cabeza y se fue cerca.

Sin embargo, la resistencia merengue llegó a su punto de quiebre y el Barsa llegó al 1-0. Tras una presión alta en la salida, Gavi culminó una jugada con el sello de la casa a puro toque de primera y mandó la pelota al fondo de la red con un remate cruzado dentro del área. El equipo de Xavi era más y merecía la ventaja que consiguió.

Pero como marca la historia moderna de los catalanes, aflojar el ritmo no era una opción y para cerrar el primer tiempo llegó el 2-0 tras una contra letal. Tras una escapada de Gavi con centro bajo, Lewandowski definió solo ante Courtois en el área chica y le puso el broche de oro a una primera etapa para un cuadro.

La gran incógnita del segundo tiempo era clara: ¿Podrá Real Madrid remontar este resultado y revertir la mala imagen o terminará siendo un partido histórico para el Barcelona? En los primeros instantes, la segunda opción parecía ser más probable, ya que el arquero merengue tuvo que intervenir para evitar la tercera caída de su arco.

Rápidamente esta disyuntiva fue resuelta por el Barcelona. Sin resignar un metro ni su idea por un segundo, el Blaugrana desarmó y redujo completamente a los Merengues que nunca pudieron hacer pie. Tal es así que a los 69 minutos llegó el 3-0 tras una enorme jugada colectiva, ahora en los pies de Pedri.

Después de este tanto, fue todo disfrute para los espectadores por el buen fútbol desplegado. Por su parte, el Madrid intentó de todas las maneras poder maquillar el resultado y tuvo su recompensa sobre el final. Los Merengues tuvieron varias chances en el último tramo del partido para demostrar su amor propio hasta que Benzema finalmente pudo vencer a Ter Stegen y lo celebró con bronca, como deben tener todos los madridistas.

Por el lado del Barcelona se defendieron con la pelota para el “Ole” de la tribuna que estuvo cerca de desvirtuar el partido. Tras el pitazo final el delirio fue total y lo hecho en el trámite del juego llena de esperanza a los hinchas para lo que queda de temporada, pero sobre todo de volver a una idea que es parte de la ideología del club catalán.

Fuente: Olé