Los radicales díscolos pidieron una sesión para el 2 de julio con temas que incomodan al gobierno de La Libertad Avanza.
En medio del freezer parlamentario que se generó tras la detención de la expresidenta Cristina Kirchner, la oposición se prepara para retomar la agenda en el Congreso. En Diputados, hay un pedido de sesión para el 2 de julio con una agenda que incomoda al Gobierno de Javier Milei mientras que, en paralelo, los bloques de la oposición volverán a intentar reactivar la Comisión $LIBRA. En tanto, el proyecto del oficialismo para fomentar el uso de los “dólares del colchón” sigue paralizado.
Con el fallo de la Corte Suprema que ratificó la pena de seis años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida para Cristina Kirchner, el Congreso quedó virtualmente paralizado esta semana. El epicentro de la política se trasladó a la sede del PJ ubicado en la calle Matheu, y al departamento de Constitución donde la dos veces presidenta pasará sus próximos seis años.
Aun así, los bloques de la oposición pusieron un pie en el acelerador para activar la Cámara baja, antes de que comience el receso invernal. En las últimas horas, el bloque Democracia para Siempre, integrado por el sector radical que se referencia en Facundo Manes y Martín Lousteau, junto con los diputados de la UCR Natalia Sarapura y Julio Cobos, además del santafesino Mario Barletta (Unidos) convocaron a una sesión especial para el 2 de julio.
Entre los temas salientes, apenas dos de ellos tienen dictamen de comisión. Es decir, el resto debería ser tratado “sobre tablas” para poder ser aprobados, por lo que requerirían mayorías especiales.
Esos dos proyectos son, por un lado, aquel que busca establecer los juicios por jurado (tal cual dicta la Constitución Nacional); y, por otro, la reforma a la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), sancionada en 2006 y que tiene como autora a la por entonces senadora Cristina Kirchner. Este tema fue dictaminado el año pasado, pero ante la posibilidad de no reunir los votos en el recinto, jamás lo impulsaron.
A grandes rasgos, el texto busca que deje de ser “más fácil legislar desde el Ejecutivo que desde el Congreso”. Ya que establece que cualquier DNU tiene fuerza de ley hasta tanto sea rechazado por ambas cámaras. Mientras que, cualquier proyecto que se impulse en el Congreso requiere, por el contrario, del visto bueno de ambas cámaras.
Mientras que el tema juicios por jurados tendría su aprobación casi garantizada, porque reúne el visto bueno de prácticamente todos los espacios, la reforma a la ley de DNU, no. Empezando por el propio oficialismo y sus aliados más próximos. Rechazan de plano hacerle cambios a la ley que podría dificultarle el uso de una herramienta a la que Milei le viene echando mano de manera asidua desde que desembarcó en Casa Rosada.
“Sabemos que el oficialismo presiona a los gobernadores. Por eso, se dejó para el final del temario”, explicaron fuentes de la oposición. Es que la advertencia que hacía más de un diputado era que la inclusión de ese tema podría dificultar el quorum. De esta manera, la sesión podría ponerse en marcha; avanzar con los temas que le interesan al grueso de las fuerzas políticas y que, en todo caso, la sesión se caiga al momento de tratar el último tema.
Fuente: Ámbito