“Milei y Trump tergiversan los mensajes que dan en función de sus intereses ideológicos”

El periodista Pablo Gandolfo publicó una nota en el sitio web El Salto que se titula “Milei en Disney y Donald en Davos”. Esta mañana en Radio Altos brindó algunas precisiones de su análisis de las declaraciones que vienen realizando en el último tiempo ambos presidentes y refutó algunas de las afirmaciones que presentan como verdades.

“El título es una ironía a partir de estos dos personajes que están en la cumbre de la exposición mundial en este momento y que tienen características en común: son personas muy poco reflexivas y perfectamente impunes a tergiversar el mensaje que dan en función de los intereses ideológicos que quieren dar”, enfatizó.

Aseveró que el discurso que brindó Milei en Davos en el marco del Foro Económico Mundial tiene poco de realidad y mucho de humorístico, más allá, aclaró, de la gravedad de sus dichos. Y expuso que algo similar ocurre con Trump, quien, entiende, tiene una gran facilidad para tergiversar hechos e incluso inventarlos.

“Es una característica común que tienen estos dos personajes que está muy ligado a la dinámica que generan las redes sociales donde a partir de la proliferación de información y de estar constantemente bombardeando con distintas informaciones, la noción de verdad empieza a estar en cuestión y es lo que les permite decir cualquier cosa con perfecta impunidad”, remarcó.

En la mencionada crónica de su autoría, Gandolfo expone los casos de Rusia y China y de cómo se convirtieron en potencias, que recordó, eran economías predominantemente agrarias y que en un período de tiempo extraordinariamente corto llegaron a ser economías industriales con capacidad para enfrentarse a los Estados Unidos.

Y, agregó, lo hicieron con métodos que son exactamente los opuestos a los que proponen, entre otros Milei, bajo el concepto de libre mercado. “Que no es ni libre ni mercado porque en realidad hay un grupo de monopolios transnacionales que dominan cada una de las áreas económicas sobre las que están apoyados y que han capturado a los Estados y tienen buena parte de los funcionarios a su servicio”, criticó.

Tanto en Rusia durante el siglo XX como en China en estos últimos años, el desarrollo se conquistó a partir de una planificación estatal y en el caso chino el ingreso de capitales privados, remarcó, se concreta sobre la base de las reglas estrictas que impone el Estado chino. “No tienen libertad de mover el capital como se pretende en el mundo occidental; el Estado realiza planes quinquenales regularmente y va diciendo cuáles son las prioridades para el desarrollo”, explicó.

Y completó: “Los países que más rápidamente se han desarrollado en la historia son países que han tenido que recurrir a otro tipo de modelo respecto al cual nos están proponiendo”.

Consideró que tanto Rusia como China tuvieron que recurrir a esos modelos para poder desarrollarse, porque, por ejemplo, en el caso argentino señaló que el sector socialmente más poderoso es el que maneja las áreas económicas que tienen mayor competitividad como las ligadas al campo. “Ese sector económico tiene una contradicción y un nudo contra el desarrollo del propio país, a diferencia de lo que ocurrió con las burguesías del siglo XIX, por ejemplo, en Inglaterra, en Estados Unidos o en Alemania que desarrollaron a sus países”, analizó.

Concluyó que la forma de verificarlo es con lo que ocurre en Argentina donde los empresarios en lugar de invertir sus fortunas “las fugan”.