¿Es viable instalar una planta de reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos en Bahía?
La profesora e investigadora de la UNS y el Conicet, Lorena Tedesco, expuso la necesidad de avanzar en ese proyecto.
Los profesores e investigadores de la Universidad Nacional del Sur y del Conicet José Ignacio Diez y Lorena Tedesco realizaron una evaluación económica financiera respecto de viabilidad de la instalación de una planta de reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en Bahía Blanca y expusieron en su estudio la necesidad de avanzar en la concreción de un proyecto de esas características.
Esta mañana en diálogo con Radio Altos, Tedesco afirmó que Argentina con 10,3 kilos por habitante supera el promedio mundial de 7,3 kilos de generación de este tipo de desechos. Por ejemplo, televisores, computadoras, celulares, etc.
“Analizamos si esos productos se pueden desarmar, reciclar las partes y obtener una ganancia en un marco de paradigma distinto de pensar en empresas de triple impacto, que tengan una rentabilidad, pero que también aporten a lo social generando trabajo y provocando un movimiento a la economía y generando beneficios ambientales”, detalló.
La tendencia en cuanto a la generación de este tipo de residuos, aseveró, es creciente porque cada vez es más difícil conseguir repuestos y entonces la gente desecha más rápido los dispositivos. Sumado a la vertiginosidad de la tecnología que hace que los productos queden obsoletos en menor tiempo.
Planteó que proyectos como plantas de reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos tienen, entre otros objetivos, la disminución del efecto invernadero y la recuperación recursos como aluminio, cobre y litio, que son no renovables.
De acuerdo a una encuesta que realizaron en 500 hogares de Bahía Blanca, entre el 50 y el 60% de las personas afirmaron que tienen al menos algún aparato en su casa que no saben dónde “tirarlo”. Y el 70% respondió que lo donaría voluntariamente si supiera dónde dejarlo.
Además localizaron en la ciudad 34 servicios técnicos cuyos dueños indicaro que los equipos en desuso o los dejan en contenedores que ellos mismo gestionan o se los devuelven a sus clientes.
“Encontramos que habría ahora un stock de más o menos de 70.000 toneladas. Y consultando con otras empresas que se dedican al reciclaje de estos productos, ubicadas en Mendoza, Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, nos dijeron que para que sea sustentable la planta necesita contar con 1830 toneladas. O sea que por el lado de los insumos tenemos abastecimiento”, destacó sobre la viabilidad de instalar una planta en Bahía Blanca.
El punto débil, indicó, es la cantidad de personas que deberían ser empleadas (alrededor de 39) y, en ese sentido, desde el punto de vista del negocio no resulta atractivo para los privados.
Y señaló que allí podría aparecer el sector público, redireccionando, por ejemplo algún programa como el Potenciar Trabajo, y avanzando en alguna iniciativa público-privada.
