Julián Gómez, de la consultora Scentia, señaló que en octubre la baja rondó el 20,4% frente al mismo mes del año pasado.
“El consumo no repunta, está planchado desde abril”. Así resumió desde la consultora Scentia, Julián Gómez, lo que viene ocurriendo en los distintos canales de venta de productos masivos en Argentina como consecuencia de las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei.
Esta mañana en Radio Altos detalló que el consumo masivo registró en octubre una baja de 20,4% respecto al mismo mes del año pasado.
Aclaró que los meses de agosto, septiembre y octubre de 2023 fueron “particulares y caóticos” (disparada de la inflación, aumento del dólar y elecciones) y que hubo un incremento del consumo porque aquella persona que tenía un ahorro en pesos lo utilizaba para comprar productos no perecederos. “Si bien ahora estamos comparando contra una base del año pasado quizás extraordinaria, cuando hacemos la comparación de octubre 2024 contra octubre 2022, la caída es de -13,9. Hay una caída del consumo mayor al 10% contra el histórico”, expuso.
Señaló que en prácticamente todos los canales (autoservicios, kioscos, supermercados, mayoristas, etc) se registra una fuerte caída de las ventas, a excepción del e-commerce (venta online), y recalcó que no hay transferencia de consumo de un canal hacia otro.
Ni siquiera, subrayó, se presenta la curva normal con un crecimiento hacia fin de año: “Nos quedamos con el volumen de abril planchado, la gente se ajustó, dejó de comprar categorías, dejó de comprar primeras marcas, se pasó a marcas más económicas, o sea, cada casa hizo su ajuste como pudo y ahí se quedó”.
Pese a las distintas estrategias que pusieron en marcha cada uno de los canales que incluyen descuentos con ciertos medios de pago, el volumen de cantidad de productos vendidos no repunta.
“Desde abril estamos parados. Esperamos que empiece a recuperarse en los próximos meses”, expresó.
En cuanto a la cantidad de productos que el consumidor “se llevaba a su casa por mes”, en promedio el año pasado, rondaba los 95 y hoy esa cifra se ubica en 78. “O sea, hay casi 20 productos que quedaron afuera del chango. Ocurre porque los bolsillos estuvieron muy justos este año”, planteó.
En ese sentido, describió que, frente al ajuste, las familias optaron por realizar un consumo más básico, dejando de lado categorías vinculadas “a darse un gusto”. Por ejemplo, detalló fuertes caídas en las ventas de gaseosas, de postres lácteos y de yogures.
“El consumo este año ha sido un consumo básico de crisis: más legumbres, más harinas, más derivados de harina, reemplazo de manteca por margarina, crecimiento de levaduras”, enumeró.
Y sumó que hubo un fuerte traslado del consumidor de las primeras a las segundas marchas y hasta las marcas propias.
Por último, en cuanto a qué proyecta la consultora Scentia para 2025, dijo que la tendencia es a que haya un repunte del consumo a partir de febrero/marzo. “Llegar a los niveles que teníamos en 2022 o 2021 no va a ser de un día para otro. El consumo ya está ajustado, va a ser lo último en recuperarse y la tasa de recuperación será muy lenta”, finalizó.