El presidente Petro llamó a consultas a sus delegados y países garantes del diálogo con la guerrilla del ELN, que no se había pronunciado respecto al hecho.
Al menos nueve militares murieron el miércoles en un ataque atribuido por las Fuerzas Armadas a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que deja en suspenso el diálogo de paz con ese grupo rebelde luego que el presidente Gustavo Petro llamó a consultas a sus delegados y a los países garantes.
El ataque con explosivos y ráfagas de fusiles, uno de los más graves de los últimos meses, se registró en zona rural del municipio de El Carmen, en el departamento de Norte de Santander, una región estratégica para el cultivo de hoja de coca y la producción de cocaína, cerca de la frontera con Venezuela.
“He convocado a consulta a la delegación del Gobierno en la mesa del ELN, países garantes y acompañantes. Un proceso de paz debe ser serio y responsable con la sociedad colombiana”, dijo Petro en su cuenta de Twitter, al repudiar el ataque en que resultaron heridos otros nueve militares.
Petro, un economista de 62 años que asumió hace más de siete meses como el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, impulsa una política de paz total que incluye diálogos con los grupos guerrilleros y el sometimiento de las bandas criminales.
La iniciativa busca poner fin a un conflicto interno de casi seis décadas financiado por el narcotráfico y que ha dejado al menos 450.000 muertos.
El mandatario restableció en noviembre en Venezuela una negociación de paz con el ELN, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, y las partes cerraron recientemente un segundo ciclo de conversaciones en México en donde dieron los primeros pasos para acordar un cese al fuego bilateral.
Una tercera ronda de conversaciones se instalará próximamente en Cuba, uno de los países garantes de esa negociación de paz junto con Noruega, Brasil, Chile, Venezuela y México.
De inmediato no se produjo ninguna reacción del ELN sobre el ataque y la decisión del mandatario colombiano. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, calificó el ataque como “muy grave” y un atentado a la voluntad de paz del Gobierno, mientras que líderes políticos y congresistas pidieron suspender la negociación con el ELN.
El ministro del Interior, Alfonso Prada, sostuvo que siempre hay la posibilidad de levantarse de una mesa cuando no hay condiciones y ordenar una ofensiva total cuando no hay voluntad real de paz.
Petro anunció antes de Año Nuevo un acuerdo con el ELN para suspender las hostilidades, que fue negado días después por el grupo rebelde, provocando un impasse que obligó a ambas partes a mantener conversaciones de emergencia en Caracas para superarlo.
El ELN inició una negociación con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos en 2017, que suspendió en 2019 su sucesor Iván Duque tras un ataque con un carro bomba en Bogotá que dejó 22 cadetes de policías muertos.
Las negociaciones de paz de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas. Petro también busca iniciar negociaciones con dos disidencias de las FARC y prepara una ley para ofrecer a las bandas criminales un sometimiento a la justicia a cambio de reducir penas de cárcel.
Fuente: NA