El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA alertó que factores como la pobreza, el desempleo y la enfermedad crónica inciden en esta problemática.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina presentó ayer un documento llamado “Malestar psicológico: La evolución histórica en la Argentina urbana” que advierte que 3 de cada 10 personas sufre síntomas de ansiedad o depresión.
Los datos visibilizan y ponen en agenda la situación de salud de la población, haciendo especial énfasis en el deterioro de la salud mental. El trabajo alertó que factores como la pobreza, el desempleo y la enfermedad crónica inciden en esta problemática.
Según el estudio, el malestar psicológico en la Argentina urbana mostró un incremento sostenido en el período 2010-2024, pasando del 18,4% al 28,1% en la población adulta.
En diálogo con Pulso Informativo por Radio Altos, la Licenciada en Psicología que formó parte de proyecto, Agustina Paternó, contó “hubo un aumento más acelerado en la pospandemia”.
El análisis longitudinal de la UCA reveló que el 58% de la población adulta urbana se mantuvo estable sin síntomas de malestar psicológico durante los últimos tres años, mientras que un 5% experimentó sintomatología persistente, un 12% transitó un patrón intermitente y un 18% vio deteriorada su salud mental en 2024. Esto implica que, en un lapso muy breve, dos de cada diez adultos urbanos sufrieron un empeoramiento en su bienestar psicológico.
“Es ponerle datos a lo que hemos escuchado en el día a día, pero es importante diagnosticar y comunicarlo para intervenir esos casos”, resumió en nuestros micrófonos.
En detalle, contó que “estar en situación de desempleo impacta en el deterioro mental” y explicó que presenta síntomas como sentirse nervioso constantemente, que nada puede aliviar la persona o el tener una valoración negativa de uno mismo.
Un dato que resaltó, es que las mujeres reportaron, en promedio, casi tres puntos más que los varones en los indicadores de ansiedad y depresión. Sobre esa línea opinó la especialista que hay dos interpretaciones, primero como un grupo más expuesto al estrés pero también como un sector que se identifica y comunica más esos síntomas.
“Es muy importante trabajar en nuestra salud mental, pedir ayuda y buscar herramientas para salir adelante”, recomendó la Psicóloga.
No obstante dijo que hay un contexto que excede a la mayoría de las personas como mayor accesibilidad en salud mental, mejoras en la empleabilidad y las condiciones de las actividades de las personas.
Por último, dejó en claro que “si bien el problema no es exclusivo de un grupo que está bajo una situación económica vulnerable, hay que prestar más atención a esos grupos”.