Juan Lencina recibió el lunes el telegrama de despido y criticó a los gremios por abandonarlos: “Nos dijeron que no pueden hacer nada”.
La historia de Juan Lencina es una de las tantas que se están repitiendo en los últimos meses desde que asumió la presidencia Javier Milei: lo despidieron sin motivo luego de 20 años trabajando en Correo Argentino.
“Siento impotencia y bronca por la forma en la que me echan y me dejan sin trabajo”, afirmó en diálogo con Radio Altos desde la Plaza Rivadavia donde aguardaba que abra el Colegio de Abogados para pedir asesoramiento.
Se definió como un laburante honesto, que trabajó más de 20 años en la empresa de correo y que “no tuvo ninguna mancha en el legajo”, ni siquiera un día llegó tarde. “No hay una causa para que me despidan. Todos mis compañeros quedaron mal, esto no me lo esperaba”, admitió.
A lo largo de la nota expresó su preocupación por quedarse sin trabajo a sus 45 años, con una familia que depende de sus ingresos y en el actual mercado laboral, que aseveró, no sabe si podrá volver a insertarse.
Contó que desde que recibió el telegrama de despido le costó salir de su casa y que fue “un empujón” la invitación que recibió de la CTA para participar ayer del acto y la movilización en la Plaza Rivadavia en el marco del 1° de mayo.
Se pronunció de manera muy crítica con los gremios Foecyt (Federación de obreros y empleados de correos y telecomunicaciones) y Aatrac (Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones), aseguró que fueron abandonados por los dirigentes sindicales y que la única respuesta que recibió es que no podían hacer nada frente a su despido.
“Los gremios están escondidos, nos van a vender, ellos se van a arreglar y nos van a vender”, insistió sobre el futuro de Correo Argentino.
Juan dijo que estos días duerme y come poco, que está todo el día pensando cómo resolverá su situación “a esta altura de mi vida y con dos criaturas”. “Es muy difícil. Gracias a Dios tengo amigos que me han ofrecido trabajo, pero todo es momentáneo, son changas”, expresó.
Y reiteró: “Siempre fui un laburante honesto, nunca pensé que iba a quedar en esta situación”.
Durante cerca de 18 años fue cartero (hace un año y medio fue trasladado al área comercial del correo), recorrió en bicicleta cada día los barrios San Martín, Cooperación, Santa Margarita y San Cayetano entregando correspondencia.
“Me gustaba ser cartero, mucha gente me conoce porque me veía todo el día laburando. De un día para otro me movieron del puesto, después a otro, hasta ahora que estaba en la comercial donde lamentamente me comunicaron del despido”, relató sobre su paso por Correo Argentino.
Hasta el momento, de acuerdo a la información a la que pudo acceder Frente a Cano, son cinco los empleados de Correo Argentino en Bahía Blanca despedidos, entre ellos, uno de los jefes, Daniel López.