La “T” disputó toda la segunda parte con un jugador menos por la insólita expulsión de Ulises Ortegoza.
El partido en Córdoba se quedó en un amague, en un casi constante. Si bien la tarde en el Mario Alberto Kempes generaba expectativa, lo cierto es que Talleres y Godoy Cruz no dieron demasiada tela para cortar.
Claro, luego de aquel triunfazo ante Independiente el fin de semana pasado, se esperaba que el conjunto de Carlos Tevez confirmará su levantada. Después de un inicio con turbulencias con la salida anticipada de Diego Cocca, que ni siquiera llegó a debutar, la T se había sacado la modorra con el Rojo, pero en su casa sigue sin ganar en lo que va del certamen.
Por su parte, el Tomba había igualado ante Rosario Central y Sarmiento en las primeras dos fechas del campeonato.
Sin embargo y pese a algunos espasmos de fútbol, lo cierto es que tanto la T como el Bodeguero estuvieron lejos de lo esperado. Si bien el duelo empezó con un remate de Andino que se estrelló en el poste derecho de Herrera, el vuelo futbolístico fue muy bajo. Claro, gran parte de ello tendrá que ver con la insólita expulsión de Ulises Ortegoza, que luego de recibir un empujón de Vicente Poggi vio la roja directa por darle una piña por la espalda al volante central uruguayo sobre el cierre del primer tiempo.
Más allá de que hasta ese momento no había ocurrido demasiado, la realidad fue que el encuentro se hizo aún más cerrado y se torno de demasiada pierna fuerte. Es más, Lobo Medina permitió alguna patada fuera de contexto por la que pude haber mostrado otra roja. Lo mejor de la tarde fue la actuación de Guido Herrera, que con tan solo dos tapadas, una a Altamira que le tiró a quemarropa y la otra a Pol Fernández tras un tiro libre, fue la figura de la tarde en Córdoba. La igualdad no le sirve a ninguno porque Talleres sigue en el lote de abajo y no se puede relajar, mientras que el Tomba sigue sin sumar de a tres en la misma cantidad de encuentros disputados.
Solari tendrá la certeza de que su equipo es sólido, algo que le servirá pensando en la Sudamericana, pero con la impaciencia de que le falta poder de fuego.
Fuente: Olé