El ministro de Desregulación Federico Sturzenegger cuestionó con dureza el paquete de leyes que aprobó el Senado la semana pasada, aseguró que la compensación con nuevos impuestos para fondear el gasto que implican esas leyes es muy insuficiente y aseveró que si se llegaran a implementar revertirían el superávit fiscal y generarían un nuevo incremento de la inflación y la pobreza.
En una entrevista con LN+, el funcionario subrayó la importancia del equilibrio de las cuentas públicas al señalar que “Argentina parte de una situación de superávit que sostiene desde hace un año y medio, algo que da una fortaleza grande”.
Definió ese superávit como “la piedra angular” de la actual estrategia económica y vinculó su defensa con lo ocurrido en el Congreso: “Por eso lo que pasó en el Senado es tan relevante. No es que ridiculiza a la vicepresidenta (Victoria Villarruel) con sus comentarios sino al Senado”.
Criticó con dureza la conducta de los legisladores: “El Congreso el año pasado había sido infantil y ahora lo sigue siendo”.
Según Sturzenegger, se trata de “un intento del Congreso de decir que tiene que gastar tanta plata pero no decir de dónde sacarlo”, comparándolo con “cuando un niño pide un juguete, pero el niño no repara en el costo”.
En su análisis del impacto fiscal, alertó que se trata de “un paquete repartido en cinco iniciativas de 2,6 por ciento del Producto Bruto Interno de gasto”. Reconoció que esta vez el Congreso “intentó un atisbo para juntar cierta guita”, pero lo consideró irrelevante: “Es el 0,01 por ciento, tendrían que hacer 260 veces más de esfuerzo fiscal para cubrir ese gasto”.
Sturzenegger sostuvo que las consecuencias serían graves para la sociedad: “Quieren destruir a los argentinos, no al Gobierno”. Argumentó que “cada vez que bajás el gasto no necesitás cobrar un impuesto” y remarcó que el impuesto más regresivo es la inflación: “El que más bajo fue la inflación, que es un impuesto que más pagan los que menos tienen”. Atribuyó a la desinflación un impacto social positivo al afirmar que “eso sacó a 11 millones de argentinos de la pobreza”.
Advirtió que el conjunto de leyes votadas implica “volver a esa economía del último año de Massa, que le cobró un impuesto inflacionario a los pobres por unos 3 puntos del Producto Bruto Interno”.
Según sus proyecciones, “este paquete revertiría la baja en la pobreza que logró Milei” y “crearía 4 o 5 millones de niños pobres en la Argentina”.
Además, expresó sorpresa por el apoyo que recibió el proyecto en Diputados: “Lo que me llama la atención es que venga de diputados que considero gente proba, éticamente, como la ‘Coneja’ Baldassi o Juan Manuel López”. Cuestionó la motivación detrás del gasto público elevado y dijo que “la crueldad es tener 10 millones de pobres más por financiar una casta política por financiarte con inflación”.
Sobre el ajuste del empleo público, Sturzenegger rechazó las críticas a los despidos y pidió cambiar el enfoque: “No me tienen que preguntar por los 50.000 ñoquis que se quedaron sin trabajo. Me tienen que preguntar por los miles de puestos que se crearon cuando le devolvimos 2.000 millones de dólares a los argentinos porque no tenemos que pagar esos 50.000 puestos de trabajo”.
Resaltó que “hoy Argentina tiene más empleados que hace un año” y precisó que “son 13,3 millones en el primer trimestre, había 13,1 millones hace un año”. Defendió la estrategia de recorte del gasto al argumentar que “cuando uno aplica la motosierra y bajás el gasto, bajás lo que le tenés que sacar a la gente para financiar ese gasto”. Explicó que eso permite crear “empleo más productivo” porque “no es la gente dándole la plata al político sino que se la devolvemos para que lo gaste en lo que quiera”.
En referencia al debate sobre las facultades delegadas, aclaró que “la motosierra sigue funcionando a full porque lo que hacíamos con facultades delegadas era el 10 por ciento del total”. Señaló que “todos los decretos, resoluciones o normas de rango inferior son potestad del Ejecutivo”, y puso como ejemplo la desregulación en el Senasa. Subrayó que “no tienen que ver con las facultades delegadas” y cuestionó la estrategia legislativa: “Es absurdo lo que se aprobó. Piensen un minuto el daño que van a crear con esto, revertiría la baja de la pobreza”.
Sobre el tipo de cambio, explicó que “el dólar es el precio relativo de dos monedas. Si imprimís muchos pesos, el precio cae”. Señaló que “si hubiéramos hecho este programa hace un mes, un economista te hubiese dicho que el peso estaba apreciado”. Detalló que “desde ese momento a ahora el dólar se apreció un 20 por ciento” y definió a esa dinámica como “la maravilla del tipo de cambio flotante”. Concluyó que “no hay pesos para que suba. El tipo de cambio es una consecuencia de la emisión monetaria, la inflación también”.
Por otro lado, Sturzenegger consideró que el debate parlamentario de la última semana “cambia el federalismo en Argentina”. “Uno de los proyectos que aprobó es para repartir de manera diferente los Aportes del Tesoro Nacional”, lo cual dejaría de manifiesto, según el ministro, que así el Congreso “puede cambiar por un simple tironeo”, la ley de Coparticipación federal de impuestos. Yo digo que esto cambia todo. Si se aprueba. De hecho, si el presidente me consulta, yo le diría, esta no la vete. Toda la discusión del federalismo cambia”, insistió.
Corrupción: qué dijo Sturzenegger sobre los seguros y la construcción
Por último, reflexionó sobre el vínculo entre tamaño del Estado y corrupción: “La corrupción es un tango que se baila de a dos”. Afirmó que “cuando menos Estado tenés, menos corrupción tenés” y criticó las regulaciones excesivas al considerarlas una barrera desigual: “La regulación es una valla fija. Las empresas grandes la pasan, pero las empresas chicas son las que peor la pasan”.
Sturzenegger contó de su experiencia en el Banco Ciudad, en la época en que Macri era jefe de Gobierno de la Ciudad. Dijo que debía renovarse una póliza de seguro a punto de vencer y recibió un llamado de la aseguradora que tenía desde hace años el contrato, ofreciéndole USD 20.000 dólares mensuales para asegurarse la continuidad. El hoy ministro contó que le dijo a su interlocutor que no había “vuelto de Harvard” para eso y que buscaría que nunca más ganase el contrato de seguros del Banco.
Luego, en la licitación del próximo contrato, fue la única empresa que se presentó. Sturzenegger la anuló, habló con un conocido suyo de Sancor Seguros para que se presente, y cuando otras aseguradoras supieron que se presentaba Sancor, también se presentaron, con lo cual el nuevo contrato se asignó por un 20% del valor del anterior contrato. Luego -remató- cuando un empresario del seguro lo llamó para felicitarlo por haber desarmado “la mafia”, le dijo “¿y vos dónde estabas, que no te presentabas?”.
Algo parecido dijo respecto de la corrupción en el sector de la Construcción que -explicó- estaba dentro de la propia ley, a través del criterio de “capacidad constructiva”, que permitía que las empresas se turnasen en las distintas licitaciones para asegurarse su parte, sin competir realmente con mejores ofertas.
Fuente: diario Infobae