El extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, evalúa presentarse como “imputado colaborador” —figura del arrepentido— en la causa que investiga un presunto pedido de coimas, aseguró a su entorno que “teme por su vida” y borró todos los mensajes que intercambió con el presidente Javier Milei y su hermana Karina antes de entregar sus teléfonos a la Justicia.
En base a un artículo del periodista Hugo Alconada Mon para el diario La Nación, el exfuncionario oscila entre la furia y la decepción con el Gobierno y transmitió una dura advertencia a sus allegados: “Si yo hablo, armo un quilombo padre”.
El artículo detalla que desde el Gobierno le habrían enviado un emisario para ofrecerle los servicios de los estudios de abogados de Santiago Viola y de los Anzorreguy, ambos ligados a la familia Menem, pero que Spagnuolo los rechazó. Ambos abogados negaron haber tenido contacto con el exfuncionario.
Desde el entorno de Spagnuolo apuntan contra otro exdirectivo de la Andis, Daniel Garbellini, como el responsable de las licitaciones bajo sospecha, y señalan al consultor Fernando Cerimedo como el posible autor de las grabaciones que desataron el escándalo.
Finalmente, la publicación revela el momento en que se habría roto la relación de Spagnuolo con el Presidente. Luego de que el exdirector de la Andis le transmitiera supuestas inquietudes a la ministra Sandra Pettovello y esta se lo contara a Milei, Karina Milei le habría comunicado que no iba a hablar más directamente con su hermano.
Fuente: NA