El Ing. Juan Carlos Scheffer recalcó la necesidad de realizar intervenciones en las cuencas del Napostá, Sauce Chico y Saladillo de García.
El Ing. Juan Carlos Scheffer estuvo presente en las reuniones del Consejo Asesor para la reconfiguración hidráulica de Bahía Blanca, espacio integrado por expertos hídricos y áreas del gobierno provincial y municipal que trabajó, entre otros temas, en el diseño del proyecto de readecuación del Canal Maldonado.
Esta mañana en Radio Altos brindó algunos detalles del proyecto y no dudó en enfatizar que será, luego del dique Paso de las Piedras, la mayor obra pública que se hará en la ciudad.
“Lo que se está proyectando es lo máximo que se puede hacer en el canal, en su reconstrucción. Antes de esta gran catástrofe, tenía una capacidad de evacuación de 300 metros cúbicos por segundo, sumado el Maldonado y el Entubado. Con el nuevo diseño el canal arrancará con un caudal de salida de 600 metros cúbicos por segundo y terminará en la descarga con 900 metros cúbicos por segundo”, detalló.
A lo largo de sus 6 kilómetros tendrá tres pendientes lo que permitirá aumentar la capacidad de evacuación.
“Es un aumento de la capacidad importante, lo que no quiere decir que con eso tengamos el problema solucionado. Mientras no haya regulación aguas arriba, el peligro de una gran inundación sigue existiendo”, aseveró.
Tal como lo informamos el fin de semana en nuestro diario digital, el canal que se proyecta triplicará su capacidad de 300 a 900 m³/seg, se ensanchará a 26 metros arriba y 21 metros en el fondo y sumará barandas para seguridad y más caudal.
Scheffer propuso en las reuniones del comité asesor destinar el Entubado exclusivamente para desagües pluviales. “Así va a desaguar más rápidamente toda la zona norte y la inmediatamente inferior permitiendo llevarse más agua que cae sobre la ciudad y toda el agua que viene de la cuenca se direcciona hacia el Canal Maldonado”, explicó.
Con el ensanchamiento quedará un metro libre entre el borde del canal y la calle; actualmente son cuatro metros de cada lado.
Para ejecutar la obra, se tendrán que retirar, por ejemplo, los árboles que están sobre toda la línea mencionada, además de corregir diversas interferencias como caños de agua, cloacas, luz, entre otros.
Scheffer volvió a insistir en la necesidad de intervenir las cuentas del Napostá, del Sauce Chico y del Saladillo de García. Dos consultoras contratadas por la Provincia tienen a su cargo los estudios integrales de las cuencas y deberán presentar un informe final que incluya qué obras se necesitan para la regulación de las cuencas, el diseño de los proyectos de obra y los pliegos. “Tiene que estar todo listo para que, en el momento en que se consiga la financiación, se puedan ejecutar los trabajos”, enfatizó.
Agregó que para evitar una inundación como la que sufrió Bahía Blanca el pasado 7 de marzo es primordial regular las cuencas alta y media.
“Por más que acá hagamos un gran canal, y éste va a ser importantísimo, se necesita regulación aguas arriba. Bahía Blanca no tiene destino si no se hace la regulación sobre las cuencas”, subrayó.