El Gobierno israelí manifestó que continuará con su operación en la Franja "con o sin apoyo internacional", luego de que la ONU pidiera un "alto el fuego humanitario inmediato"
Diez soldados israelíes murieron en combates con milicianos de Hamas en la Franja de Gaza, incluyendo seis en una emboscada, en el día más mortífero para el Ejército de Israel en una ofensiva que sigue encontrando fuerte resistencia del grupo islamista palestino y que ha provocado críticas internacionales, incluyendo de Estados Unidos.
Decidido a rechazar crecientes presiones externas para hacer un alto el fuego, Israel dijo que continuará con su operación en la Franja de Gaza “con o sin apoyo internacional”.
“Un alto el fuego en este momento sería un regalo a la organización terrorista Hamas y le permitiría volver a amenazar a los habitantes de Israel”, dijo en un comunicado el canciller israelí, Eli Cohen, luego de que la Asamblea General de la ONU aprobara una resolución no vinculante que pide un “alto el fuego humanitario inmediato” en Gaza.
La resolución fue aprobada por amplia mayoría, con 153 votos de 193 países miembros de la ONU, y dejó más aislados a Estados Unidos e Israel en este punto en particular, ya que solo ocho países se sumaron a ellos para votar en contra, mientras que 23 se abstuvieron, entre ellos Argentina.
Las declaraciones del jefe de la diplomacia israelí llegaron además un día después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, deplorara los “bombardeos indiscriminados” sobre Gaza, en un inusual cuestionamiento a Israel de su principal aliado y pese a que Washington acaba de enviarle ayuda militar y vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego en Gaza.
La Casa Blanca anunció que el asesor de Biden en materia de seguridad nacional, Jake Sullivan, visitará Israel el jueves y viernes para hablar de la ofensiva en Gaza con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y su gabinete de guerra, así como con el presidente, Isaac Herzog.
La ofensiva aérea y terrestre israelí en Gaza ha provocado la muerte de más de 18.600 palestinos, en su mayoría civiles, y heridas a más de 50.500 en poco más de dos meses, según el Ministerio de Salud del enclave, gobernado por Hamas.
Casi el 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza se vieron obligados a huir de sus hogares y gran parte del norte del territorio quedó destruido.
Fuente: Télam