El Poder Ejecutivo se prepara para un escenario adverso en el cierre de las sesiones, y pese al optimismo, ya tiene en carpeta el próximo paso.
En el sprint final de las sesiones extraordinarias, el Gobierno Nacional trabaja en alternativas en caso de que la Cámara de Senadores rechace el pliego del juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema, y piensa en dos nuevos nombres: Ricardo Rojas y Ricardo Ramírez Calvo, para nombrar por decreto junto a Manuel García Mansilla.
“Si rechazan a Lijo, estamos pensando en mandar por decreto a las dos personas más libertarias que haya”, confesó una importante fuente de Casa Rosada a la agencia Noticias Argentinas, en un claro anticipo de lo que podría ser uno de los movimientos de la oposición, con especial influencia de Unión por la Patria, para contrariar los deseos del presidente Javier Milei.
La idea es que el viernes 21 de febrero, sobre el límite de las sesiones, la Cámara Alta apruebe el pliego del juez federal que contó con los firmas necesarias para su presentación. Sin embargo, preparados para todo, estudian alternativas en caso de que el resultado sea adverso, con el objetivo de avanzar en el nombramiento por decreto de un magistrado alterno que acompañará al de García Mansilla.
“Hay mucha gente cobarde que no quieren dejar los dedos pegados”, aseguraron respecto a la votación del pliego que contó con las nueve firmas correspondientes, incluida la de la senadora Lucía Corpacci por Unión por la Patria, en representación de las 34 bancas.
De sufrir el revés opositor, no insistirían con el nombramiento Lijo, y si bien aseguran que hay mecanismos que lo permiten pese al rechazo, analizan nuevos nombres entre los que destacan los jueces Ricardo Rojas y Ricardo Ramírez Calvo.
El viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, alfil del asesor Santiago Caputo, tiene en mente además a los constitucionalistas Alberto Bianchi, socio del flamante procurador, Santiago Castro Videla, y al abogado Carlos Laplacette.
Lo cierto es que Rojas cuenta con el total aval del mandatario que, no solo es habitué de sus obras, sino que dio el visto bueno para que reemplace a Rodolfo Barra al frente de la Procuración General del Tesoro, ofrecimiento que el letrado finalmente declinó con la esperanza de cumplir su anhelo de integrar el Máximo Tribunal.
Por su parte, Ramírez Calvo, que trabajó años junto a García Mansilla, es otro de los preferidos. El profesor de Derecho Constitucional y codirector del Centro de Estudios en Derecho Público de la Universidad de San Andrés, es admirado por sus pergaminos, pero también por su perfil, el que consideran se ajusta a la búsqueda.
Entre las posibilidades, analizan la chance de incluir a una mujer y cumplir con el cupo que tras la salida Elena Highton de Nolasco aún está vacante, aunque prefieren guardar reservar de la candidata evaluada.
Pese al plan B diseñado, en Balcarce 50 apuestan a conquistar los dos tercios necesarios en el Senado para la aprobación de Lijo y avanzar solo en el nombramiento de Mansilla por decreto, como estaba previsto. Saben que las designaciones en comisión tienen su riesgo ya que expiran al fin de la próxima Legislatura. Además, corren con la promesa del bloque kirchnerista que anticipó que lo voltearía.
Mientras reina la incertidumbre, desde la mesa chica libertaria juran que el período de negociaciones está cerrado, y que solo resta esperar a las manos alzadas durante la sesión. Además, prometen que el 1° de marzo, en la Apertura de las Sesiones Ordinarias, estarán sentados los dos jueces que el Ejecutivo desea, a como dé lugar.
Fuente: NA