En la primera marcha de jubilados posterior a las elecciones nacionales, se desplegó un operativo de seguridad desmedido, con cortes de tránsito en todo el perímetro del Congreso y presencia de fuerzas motorizadas y antidisturbios.
Organizaciones y sindicatos se congregaron frente al Congreso para volver a reclamar por el fin de la moratoria previsional y exigir mejoras en los haberes. Algunos recibieron gases lacrimógenos que efectivos tiraron del otro lado de la valla.
Las semanas previas, efectivos de seguridad arrojaron gases lacrimógenos para liberar el tránsito, afectando a manifestantes que se encontraban sentados o circulando pacíficamente. Denunciaron el carácter intimidatorio del operativo y reclamaron respeto por el derecho a la protesta.
❗️La policía les tiró gas pimienta a los manifestantes en la marcha de jubilados en el Congreso. pic.twitter.com/1UggeFlekw
— El Destape (@eldestapeweb) October 29, 2025
La semana pasada, de hecho, en el marco de una nueva represión de la Policía Federal en la marcha de los jubilados ante el Congreso, un hombre denunció haber sido arrojado “como un cohete” por efectivos de las fuerzas de seguridad. Aseguró que está fracturado y debe ser operado. “Hoy tuvimos una reunión los viejos y analizamos que vienen por nosotros, por los fotógrafos, los cámaras, los que protestan. Por la forma que me tiraron los milicos, es un ensañamiento feroz que tienen con nosotros”, se lamentó, Ramón Contreras, miembro del grupo “los doce apóstoles” que marcha frente al Congreso todos los miércoles contra el gobierno de Javier Milei.