Este miércoles, el segundo día de entrenamiento luego del Mundial de Clubes, el plantel deberá presentarse en dos sesiones en el predio y además quedarse a descansar en el hotel.
Pasó el Mundial de Clubes, atrás quedaron los días de descanso y Boca sabe que no tiene margen de error en el segundo semestre de un año complejo. La “mala imagen” contra Auckland City y el “no me gusta volverme en primera ronda” que declaró Miguel Ángel Russo tras la eliminación fueron un aviso de lo que se viene: mano dura, exigencia al máximo y una limpieza profunda del plantel.
El último ítem está en vías de gestión con Marcos Rojo a la cabeza, pero los primeros ya surtieron efecto en la semana de regreso a las prácticas. Es que el cuerpo técnico ya notificó a los jugadores que, después de la práctica vespertina de hoy, el miércoles no solo habrá doble turno sino también concentración.
A la espera de Leandro Paredes y mientras sigue la búsqueda por un central y un volante/extremo por derecha para potenciar al plantel, Russo pretende que los que estén agarren un ritmo físico y futbolístico que no llegó a concretar por los tiempos para el Mundial de Clubes.
En ese sentido, la idea es que la larga jordana con dos sesiones más concentración conjunta en el hotel habitual de club que se dará mañana no sea la excepción y seguramente se repita, ya sea el jueves o en otro momento de la semana.
Más que nadie, por su historia en el club y la experiencia de los dos ciclos anteriores, Russo sabe que en Boca el tiempo corre y en el debut del Torneo Clausura, la segunda semana de julio contra Argentinos Juniors, el equipo deberá mostrar otra cara. Al menos, un carácter y propuesta similar a la que se vio por momentos contra Benfica y Bayern Múnich, y alejada de la desidia ante Auckland.
Fuente: TyC