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Deportes - 06:17
Deportes - 02 de diciembre 2025, 06:17

Racing es semifinalista y ahora va por Boca

Derrotó en los penales a Tigre tras igualar 0-0 en los 120 minutos.

Con alma y vida. Con el corazón en la Boca. El Cilindro estalla entrada la madrugada de un martes que será laborable. En las oficinas y universidades será fácil reconocer a los hinchas de Racing. Mal dormidos, con ojos rojos y gargantas ásperas. Pero felices. Con sonrisas de oreja a oreja. 

La Academia tuvo que hacer horas extras para pasar a Tigre y llegar a semifinales del Torneo Clausura. Pero una vez más, el equipo de Gustavo Costas estuvo a la altura. 

No le alcanzaron 120 minutos de locos y recién en los penales, con dos atajadas de Cambeses, pudo desatar el grito de guerra que tenía atragantado.

Pintaba para una noche tan larga como negra para Racing. Las señales daban a entender de que llegar a la Bombonera iba a ser un camino difícil. Maravilla Martínez, como nunca antes, falló las que no falla. Las que no había tenido en los anteriores nueve partidos de sequía ayer las tuvo. Y las perdió todas. No sólo que las falló, las pifió. Tuvo tres cara a cara con Zenobio y todas las terminó muy mal. Sin el 9, a la Acadé se le hizo imposible romper el cero. Empujó. Fue una y mil veces dejando el alma y también espacios.

Con el correr de los minutos, el cero lo desesperaba cada vez más y Tigre amenazaba con dar el zarpazo de contra (tampoco tuvo una noche inspirada de sus delanteros).

Fue un cuartos de final en donde pasó de todo. Como en octavos, ante River, otra vez el equipo de Costas protagonizó el mejor partido de la fase. Esta vez no por los goles, sino por lo cambiantes y bipolar que fue el desarrollo.

De los goles fallados por Maravilla y Russo a las tarjetas y polémicas. Primero Merlos expulsó a Arias en la última jugada del tiempo regular por entrarle de atrás a Martínez. Ya en el alargue, una jugada cambió el desarrollo. Racing arrollaba a un Tigre que sufría el hombre menos y llegó la polémica. De un posible penal de su arquero a Conechny en una salida en falso (se lo llevó puesto y hasta le cortó la boca) a la expulsión a Martirena mientras el VAR analizaba la jugada (doble amarilla por un aparente gesto al pito).

10 contra 10, el local siguió atacando pero había perdido la profundidad que el uruguayo brindaba por la banda derecha. Así y todo fue palo y palo hasta los minutos finales. Ahí vio la Roja Sosa y Racing jugó cuatro minutos con 9. Lo curioso es que en el suspiro final lo pudo ganar con otro remate pifiado de Maravilla dentro del área chica y perder en la siguiente con un cabezazo que Oviedo conectó por arriba debajo del arco.

Sin goles en el partido, todo se definió por penales. Por primera vez en el ciclo Costas se llegó a la pena máxima y ahí Cambeses volvió a demostrar que está en un momento estupendo. De arranque nomás le atajó el primero a Cardona para que sus compañeros tomaran confianza. Maravilla, más aliviado, remató cruzado y empezó a caminar el triunfo de Racing, que tras la tapada a Laso y el último de Basso quedó confirmado.

Con mucho sufrimiento, pero con el amor propio que caracteriza a un plantel muy ganador, Racing se metió entre los cuatro mejores del campeonato y ahora tendrá otra prueba de fuego.

Lo hará lleno de bajas, con los suspendidos Sosa y Martirena y más lesionados (Solari pareció haberse desgarrado sobre el final). Pero si hay algo que tiene el equipo de Costas es el corazón de un campeón. Uno que lo hace reponerse siempre de las adversidades. Con el corazón en la Boca. Una vez más…

Fuente: diario Olé

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