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Mundo - 10/11/24
Mundo - 10 de noviembre 2024, 17:42

Por las inundaciones, España está en riesgo de epidemias y enfermedades contagiosas

Los especialistas advirtieron por el aumento de probabilidades de circulación de enfermedades graves ante la falta de recursos sanitarios y agua potable

Las lluvias torrenciales causadas por la DANA (depresión aislada en niveles altos) en varias regiones de España, con especial foco en Valencia, han generado el alerta de las autoridades por el alto riesgo de epidemia y el contagio de enfermedades graves. Hasta el momento, las inundaciones del fenómeno del clima ocasionaron 223 muertos y 78 personas aún siguen desaparecidas, en medio de los esfuerzos de las maniobras de rescate y auxilio de los pobladores, que ayer se manifestaron en repudio al manejo de la situación en las calles valencianas.

La situación de insalubridad en varios lugares podría favorecer la propagación de virus y bacterias que afecte a residentes, efectivos de emergencia y voluntarios.

Las autoridades pidieron a quienes se hallan en la zona que tomen precauciones y emprendieron una campaña de vacunación contra el tétanos al considerar que hay riesgo de epidemia de esta enfermedad.

Así, sus expertos explican las tres fases clínicas de los desastres naturales, que resumen los efectos cronológicos sobre la salud pública en las personas lesionadas y los sobrevivientes.

Los desastres naturales no importan enfermedades. No es posible que las que no son endémicas o importadas en las zonas afectadas por el desastre se produzcan de forma natural.

La fase 1, la fase de impacto (que dura de 0 a 4 días), es el período en el que generalmente se rescata a las víctimas y se proporciona el tratamiento inicial de las lesiones relacionadas con el desastre.

La fase 2, la fase posterior al impacto (de 4 días a 4 semanas), es el período en el que pueden surgir las primeras oleadas de enfermedades infecciosas (infecciones transmitidas por el aire, los alimentos o el agua).

Y la fase 3, la fase de recuperación (después de 4 semanas), es el período en el que los síntomas de las víctimas que han contraído infecciones con largos períodos de incubación o aquellas de tipo latente pueden volverse clínicamente evidentes. Durante este, las enfermedades infecciosas que ya son endémicas en el área, y en los peores escenarios podría dar lugar a una epidemia.

“Se han destruido las redes de agua sanitaria y hay contaminación ahora mismo en toda la zona. Las aguas residuales se han mezclado y se han esparcido por donde ha pasado el agua, lo que incluye bacterias patógenas o potencialmente patógenas, como escherichia coli, salmonella, virus intestinalesy algunos tipos de parásitos como Cryptosporidium“, le explicó a la BBC Mundo José Manuel Bautista, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Complutense de Madrid.

Por otro lado, las aguas estancadas podrían favorecer la proliferación de mosquitos, lo que causaría un riesgo adicional. “El frío ayuda a reducir esto, pero en la zona de Valencia el clima es relativamente bueno, así que podría haber casos de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la fiebre del Nilo. Aunque no es común en esa zona, podría ser un riesgo potencial”, afirma el epidemiólogo.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, anunció que no descarta una posible epidemia.

Este lunes inició una campaña de vacunación contra el tétanos, que en este momento se considera la enfermedad de mayor riesgo en las zonas afectadas.

“El Clostridium tetani es una bacteria que se encuentra en el suelo y en lugares relacionados con el hierro y el barro. Cuando hay cortes o heridas en condiciones de poco oxígeno, esta bacteria puede crecer y contaminar las heridas, lo que aumenta el riesgo de tétanos”, explica el epidemiólogo José Manuel Bautista.

Y agrega que “todos los escombros en esta situación pueden estar expuestos al Clostridium tetani“.

Las autoridades han aconsejado especialmente ponerse la vacuna a quienes hayan sufrido alguna herida durante las labores de limpieza y reconstrucción.

Otro riesgo importante para la salud en las zonas afectadas por el temporal es la leptospirosis, una infección bacteriana transmitida por animales, especialmente en ambientes húmedos.

“Esta bacteria se encuentra en aguas fecales. Con el desbordamiento, las bacterias que estaban contenidas en sistemas cerrados ahora se han diseminado con el agua“, indica Bautista.

La leptospirosis puede entrar en el cuerpo a través de pequeñas heridas, suele tardar entre una semana y 15 días en manifestarse, y se trata con antibióticos.

“Es importante la vigilancia epidemiológica, ya que los roedores también pueden transmitir esta bacteria. Toda la comida y restos biológicos en descomposición pueden atraer ratas“, advierte el experto.

Si hay un elemento común en la mayoría de las imágenes procedentes de Valencia estos días, es el barro. Esta sustancia marrón que impregna las calles, los edificios y la ropa de quienes colaboran en las tareas de limpieza también plantea un importante riesgo de salud.

“Si el lodo procede de aguas fecales o aguas residuales que se han desbordado, podría contener bacterias patógenas que contaminan las manos y, al llegar a casa, los alimentos”, afirma Bautista.

Y advierte que “también podría haber residuos químicos ya que, si hay industria en la zona, el agua podría haber arrastrado sustancias químicas, lo que puede causar infecciones cutáneas”.

“Además, en ambientes muy húmedos al limpiar también puede haber riesgo de enfermedades respiratorias, ya que hay hongos y bacterias que pueden causar infecciones y esto podría agravar la condición de quienes ya padecen este tipo de enfermedades”, agrega.

Fuente: Ámbito

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