La Dra. en Economía María Marta Formichella alertó que alrededor de 71 mil bahienses mayores de 20 años no finalizó la secundaria.
Maria Marta Formichella, licenciada y doctora en Economía, profesora del departamento de Economía de la UNS, analizó esta mañana en Radio Altos los resultados vinculados a educación del Proyecto de Unidad Ejecutora denominado “Inclusión social sostenible: Innovaciones y políticas públicas en perspectiva regional” que realizó el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS).
En primer término dijo que los datos que arrojó la encuesta no son alentadores y que coinciden con la situación a nivel nacional.
Se analizaron las trayectorias educativas de adultos, adultas, niñas, niños y adolescentes.
En el caso particular del segmento de mayores de 20 años, alertó que un 35% de las y los encuestados no finalizó sus estudios secundarios. Corresponde a alrededor de 71.000 bahienses.
“Tener educación te posiciona mejor en la fila a la hora de buscar un trabajo, pero también afecta el nivel educativo a las condiciones de vida”, aseveró.
De acuerdo a los resultados de la encuesta, cuanto menor es el nivel educativo de las y los integrantes de un grupo familiar mayor es la probabilidad de que el hogar sea multidimensionalmente pobre, que cuente con un bajo nivel de ingresos, o que las viviendas se encuentren en barrios vulnerables con falta de acceso a servicios.
Formichella remarcó que esta situación de vulnerabilidad se presenta en Bahía Blanca, afecta a la sociedad bahienses y debe ser un compromiso de todos y todas reconocer que pasa y “hacer algo” para revertir esas condiciones de pobreza.
En cuanto a la población adolescente, señaló que el acceso al nivel primario es casi universal y que en nivel secundario se empieza a ver que chicos y chicas abandonan, que tienen una trayectoria educativa no deseable, es decir, que repiten o no completan los estudios.
Insistió, al igual que lo han hecho las y los profesionales que trabajaron en el Proyecto de Unidad Ejecutora del IIESS, en que todos los datos que arrojó la encuesta deben analizarse de una manera multidimensional.
“El fin último de nuestros trabajos es poder hacer un aporte y que quienes toman las decisiones políticas lo tengan en cuenta para orientar esas políticas y mejorar la calidad de vida de la gente. Sino esto no tiene sentido”, concluyó.